La demócrata Lori Lightfoot fue elegida este martes por abrumadora mayoría como la primera alcaldesa afroamericana y abiertamente lesbiana de Chicago, la tercera ciudad más poblada de EE.UU. que lucha con las inequidades sociales y la violencia armada.
"Hoy no solamente hicimos historia, sino que hemos iniciado un movimiento por el cambio", dijo la política de 56 años en la celebración de su victoria en un hotel de la ciudad, poco después de que la Junta Electoral la declarase ganadora con un arrasador 73,8%.
"Esta es claramente una noche histórica, porque hasta no hace mucho, dos mujeres afroamericanas en una segunda vuelta a la Alcaldía habría sido impensable"
Toni Preckwinkle
"Cuando comenzamos nuestra campaña, nadie confiaba en nuestras posibilidades. Ahora, vean a dónde hemos llegado", añadió acompañada por su esposa e hija, y prometió poner "los intereses de todos los habitantes de la ciudad por encima de los intereses de unos pocos poderosos".
Lightfoot, una ex fiscal federal y abogada en ejercicio que nunca antes había desempeñado un cargo electo, se impuso en los comicios a la también demócrata y afroamericana, Toni Preckwinkle, presidenta del Partido Demócrata en Illinois, que obtuvo el 26,2% de los sufragios.
"Este puede no ser el resultado que queríamos, pero aunque me decepcione, no estoy desanimada", dijo Preckwinkle de 71 años. "Esta es claramente una noche histórica, porque hasta no hace mucho, dos mujeres afroamericanas en una segunda vuelta a la Alcaldía habría sido impensable", añadió.
Cansados de la violencia y la corrupción
Tras su llegada al poder, Lightfoot deberá enfrentar ahora los desafíos y problemas que afectan a los 2,7 millones de habitantes de la ciudad, especialmente las altas tasas de criminalidad, brutalidad policial, corrupción endémica, déficit en las finanzas y falta de recursos para la enseñanza pública.
Chicago registró 561 asesinatos en 2018, un centenar menos que el año anterior pero más que Nueva York y Los Ángeles, las dos ciudades más pobladas del país, juntas. Esas tasas de homicidios llevaron al Presidente de EE.UU., Donald Trump, a amenazar en 2017 con intervenir la ciudad con fuerzas federales para frenar lo que calificó como una "carnicería".
Precisamente por este contexto es que, según analistas, la votación estuvo marcada por una sensación de hastío con la política local en este bastión demócrata. En los comicios solo participó un 29% de los 1,5 millones de censados, aún menos que el 34% que lo hizo en la primera vuelta de febrero, en la que participaron 14 candidatos.
561 fue la cifra de asesinatos de Chicago en 2018
"Los votantes de Chicago parecen estar en una actitud mental de 'expulsar a los vagos'", dijo a AFP
Evan McKenzie, profesor de Ciencia Política de la universidad de Illinois.
"El mensaje es que (los votantes) quieren nuevas ideas y un gobierno más limpio", agregó. "Están cansados de la corrupción, de las investigaciones federales a funcionarios de la ciudad, de la mala conducta de la policía y de una crisis presupuestaria".
Factor Laquan McDonald
La sacudida del tablero político que llevó a Lightfoot a la victoria tiene directa relación con el anuncio que realizó en septiembre pasado el actual alcalde, Rahm Emanuel, de no aspirar a un tercer mandato. El ex congresista y también ex jefe de Gabinete de los presidentes demócratas Bill Clinton y Barack Obama, que llegó al cargo con las mejores credenciales, vio reducida abruptamente su carrera al frente de la Alcaldía como consecuencia de un caso de violencia policial.
Se trata del asesinato del adolescente afroamericano Laquan McDonald a manos de un policía blanco. El escándalo ocurrió en 2014, cuando el agente de seguridad, Jason Van Dyke, le disparó en 16 ocasiones y por la espalda al joven de 17 años. McDonald tenía un cuchillo en la mano, sin embargo, la distancia impedía que efectuara cualquier ataque.
La difusión tardía del video que mostraba la muerte del adolescente - fue revelado en 2015 - encendió la cólera de la población y
desencadenó meses de manifestaciones. Emanuel, acusado de supuestamente encubrir el crimen, perdió el apoyo de la comunidad afroamericana y desistió de competir este año. Al policía lo condenaron a
casi 7 años de cárcel por el delito de homicidio en segundo grado.
Por todo lo anterior, las dos candidatas que se enfrentaron en las urnas este martes lo hicieron con programas reformistas progresistas y promesas de hacer una limpieza en el gobierno local y reducir la desigualdad.
La diferencia radicó en que, durante la campaña, Lightfoot se presentó a sí misma como un antídoto a los ocho años en el poder de su predecesor, cuya gestión además de estar manchada por el caso McDonald, estuvo marcada por el cierre de docenas de colegios públicos donde asistían afroamericanos e hispanos, consignó el diario El País.
En la misma época en que ocurrió el homicidio del joven afroamericano, la abogada presidía un gabinete que elaboraba un informe sobre brutalidad policial y que finalmente concluyó con una acusación en contra del departamento de policía de Chicago por racismo sistemático.
Por su parte, Preckwinkle, jefa ejecutiva del condado de Cook, pertenece al tradicional aparato demócrata y político, lo que, según analistas, le jugó en contra en una elección en la que los votantes buscaban agitar el establishment local.
De esta forma, una vez que asuma, Lightfoot se convertirá en la primera alcaldesa abiertamente homosexual de Chicago y la primera mujer afroamericana en ocupar el cargo. Desde 1837, los votantes de esta ciudad habían elegido solo un alcalde negro y una alcaldesa.
