El Gobierno de Nicaragua liberó este viernes a un nuevo grupo de 50 reos, considerados "presos políticos" por la oposición, detenidos por su relación con las protestas contra la administración del presidente Daniel Ortega.
La excarcelación se da dos días después de que el Gobierno y la oposición finalizaron un diálogo con miras a superar la crisis política, en el que sólo se pusieron de acuerdo en las liberaciones en un período máximo de tres meses.
Diversas organizaciones de derechos humanos locales aseguran que aún quedan tras las rejas unas 550 personas. El gobierno de Ortega, sin embargo, sostiene que son 82 los que restan liberar.
"El Ministerio de Gobernación ha dado cumplimiento a 50 órdenes a favor de personas que se encontraban detenidas por haber cometido delitos", dijo el despacho en un comunicado.
"Estas personas han recibido el beneficio legal de convivencia familiar u otras medidas cautelares".
Los liberados fueron llevados a sus casas en vehículos del Sistema Penitenciario Nacional desde la madrugada del viernes, según dijeron familiares de los detenidos a radios locales.
El gobierno de Ortega niega que existan presos políticos en su país. También asegura que la justicia nicaragüense es independiente y que quienes están tras las rejas han cometido crímenes.
En mayo, poco después de que estallaron las protestas contra el gobierno izquierdista, un diálogo mediado por la Iglesia católica se estancó luego que la oposición exigiera la renuncia de Ortega y el adelanto de las elecciones presidenciales, pautadas para 2021. Las mismas causas hicieron naufragar las conversaciones retomadas a fines de febrero.
Nicaragua vive su peor crisis desde la Revolución sandinista (1979-1990): el déficit presupuestario de 2019 es de 320 millones de dólares, algunos de sus funcionarios -incluyendo la primera dama y vicepresidenta Rosario Murillo- han sido sancionados por Estados Unidos y diversos organismos financieros internacionales les han congelado los créditos al país.