El Gobierno de Estados Unidos anunciará este miércoles el fin de la suspensión del título III de la ley Helms-Burton, lo que endurecerá el embargo a Cuba y permitirá reclamar ante cortes estadounidenses propiedades expropiadas por la Revolución cubana, pese a la oposición de la Unión Europea (UE).
"Mañana, Estados Unidos pondrá fin a unos 20 años de suspensiones del Título III de la ley Helms-Burton", adelantó este martes un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato, a un reducido grupo de medios, entre ellos Efe.
Además, Estados Unidos planea empezar a "implementar" el Título IV de esa legislación, que
restringe la entrada en el país de aquellas personas que "posean propiedades confiscadas de ciudadanos estadounidenses o que trafiquen con esas propiedades".
El anuncio formal lo hará este miércoles el Departamento de Estado y lo confirmará John Bolton, el asesor de seguridad nacional del Presidente estadounidense, Donald Trump, en un discurso que dará en Miami y en el que anunciará más sanciones contra Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Se espera que las medidas entren en vigor a partir del 1 de mayo, cuando se cumple el plazo marcado por el secretario de Estado, Mike Pompeo, en la última suspensión del Título III, confirmaron a Efe fuentes del Gobierno estadounidense.
Se aviva el conflicto
Diversos países habían pedido en las últimas semanas al Gobierno del Presidente Trump que no cumpliera sus amenazas de activar el Título III de esa ley de 1996, algo que podría afectar a compañías internacionales, como el grupo hotelero español Meliá.
Ese título se creó para permitir que los estadounidenses, incluidos los cubanos naturalizados, pudieran demandar ante cortes de EE.UU. a las compañías que supuestamente se estaban beneficiando de propiedades en Cuba que eran suyas antes de la Revolución liderada por Fidel Castro en 1959.
Cuando se aprobó esa ley hace 23 años,
el bloque europeo y otros países con intereses empresariales en la isla se opusieron ferozmente porque temían que sus compañías fueran demandadas en EE.UU. y, por ello, la UE denunció a Washington ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El litigio concluyó entonces con el compromiso de EE.UU. de mantener el título III suspendido a cambio de la retirada de la querella, pero la decisión del Gobierno de Trump rompe ese acuerdo.
"(Los europeos) han tenido más de 24 años de suspensión (del Título III), de lucrarse con la propiedad robada a ciudadanos estadounidenses", argumentó el funcionario.
EE.UU. no planea conceder "ninguna exención" a empresas extranjeras que puedan resultar afectadas por el cambio, agregó.
"Creo que los europeos entendieron que estábamos llegando a esta decisión" cuando visitaron Washington hace dos semanas para la reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN y se reunieron con Bolton o el secretario de Estado, Mike Pompeo, aseguró la fuente.
Consultado por la posibilidad de que la UE retome su campaña para demandar a EE.UU. ante la OMC, el funcionario sentenció:
"Tienen derecho a demandarnos, y nosotros tenemos derecho a verlos fracasar".
La medida es un paso más en la escalada de presión de la Casa Blanca contra La Habana, a la que también responsabiliza en buen grado de la permanencia en el poder en Caracas del Presidente venezolano, Nicolás Maduro.