El Título III está incluido en la legislación Helms-Burton, bautizada así por los nombres de sus impulsores, los senadores Jesse Helms, del Partido Republicano, y el demócrata Dan Burton.
Ese título se creó para que los estadounidenses, incluidos los cubanos nacionalizados, pudieran demandar ante cortes de EE.UU. a las compañías que supuestamente se estaban beneficiando de propiedades en Cuba que les fueron expropiadas tras la Revolución liderada por Fidel Castro en 1959.
Además, el Gobierno de Trump ha amenazado con implementar el Título IV, que restringe la entrada a EE.UU. de quienes hayan confiscado propiedades de estadounidenses en Cuba o que hayan "traficado" con dichas propiedades.
El entonces presidente de Estados Unidos, el demócrata Bill Clinton (1993-2001), firmó en 1996 la ley Helms-Burton y permitió su entrada en vigor, pero decidió suspender los Títulos III y IV.
Desde Clinton, todos los presidentes de EE.UU. han enviado al Congreso una notificación cada seis meses para impedir la entrada en vigor de esas provisiones, pero Trump rompió con esa tendencia y acortó el tiempo de suspensión de seis meses a 45 días, luego a un mes y, posteriormente, a dos semanas.
La última suspensión de dos semanas se extiende desde el 18 de abril hasta el 1 de mayo, momento en el que entrarán en vigor los Títulos III y IV.
Por otro lado, cuando esa norma se aprobó hace más de dos décadas, el bloque europeo y otros países con intereses empresariales en la isla expresaron una feroz oposición porque temían que sus compañías fueran demandadas en EE.UU.; y, por ello, la Unión Europea (UE) denunció a Washington ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La UE suspendió el procedimiento contra EE.UU. en mayo de 1998 tras alcanzar un acuerdo político con Clinton, que se comprometió a congelar cada seis meses la activación de esas medidas.
La alta representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, y la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, enviaron el 10 de abril una carta al secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, para avisarle de que podrían reactivar su demanda ante la OMC, según el diario The Wall Street Journal.
En la misiva, recogida por el periódico, las diplomáticas advertían de que si EE.UU. aplicaba por completo la ley Helms-Burton, entonces la "UE se verá obligada a usar todos los métodos a su disposición", incluida la vía judicial en la OMC, con el objetivo de defender sus negocios en Cuba.
En marzo, EE.UU. tomó un paso sin precedentes al implementar de manera parcial el Título III.
En concreto, EE.UU. estableció que los cubano-estadounidenses podían demandar a las más de 200 compañías cubanas incluidas en una "lista negra" del Departamento de Estado, aunque los conglomerados extranjeros seguían exentos.
Expertos consultados por la agencia internacional de noticias EFE aseguraron que, desde que comenzaron a permitirse esas demandas hace más de un mes, no hay constancia de que se haya presentado ninguna.
Los exiliados cubanos de clase alta, muchos de los cuales ahora son ciudadanos de EE.UU. y viven en Miami (Florida), celebraron este mismo martes la decisión de Trump, pues tienen la esperanza de poder recuperar las fortunas que les fueron expropiadas tras la Revolución cubana, hace 60 años.
Trump tiene la vista puesta en las elecciones presidenciales del 2020 y su decisión de activar los Títulos III y IV le asegura el voto cubano de la Florida, un estado con un gran peso en los comicios estadounidenses y que el mandatario ya se llevó en las elecciones de 2016.