Una tradición de domingo de Pascua ocurrida en la localidad de Coripe, en la ciudad de Sevilla, causó polémica en España y la condena desde el Gobierno. Esto, luego de que varias personas colgaran desde un árbol una figura que representaba al líder del independentismo catalán Carles Puigdemont, con la finalidad de quemarlo y "ejecutarlo".
Ante esto, el ministro de RR.EE. de España, Josep Borrell, condenó este lunes el acto que se produjo en medio de una fiesta tradicional al sur de este país, en donde se busca quemar a un "Judas" que representa lo negativo para esta sociedad. En este caso el escogido fue Puigdemont, quien se encuentra exiliado en Bélgica.
"Mi rechazo al lamentable acto contra la figura de Carles Puigdemont en Coripe y a las muestras de intolerancia de las que han sido víctimas diversos candidatos en esta campaña electoral", tuiteó Borrell.
Ante la polémica, el alcalde de la localidad, Antonio Pérez Vázquez, se defendió, asegurando que "es una tradición que lleva años celebrándose muchos años y no es más que una sátira de algún personaje público que no ha actuado bien".
"Allí se hace un muñeco que representa un mal y lo que se mata es el mal. Punto y final. Por ese personaje han pasado también desde políticos, banqueros, árabes...", agregó Pérez.
"¿Cómo puedes ser tan miserable? ¿No es nadie PSOE consciente de la actitud contraria a los derechos humanos de un representante? ¿No deberías emprender acciones? ¿O son indiferentes a unir el concepto de "mal" a los árabes?"
Carles Puigdemont, ex presidente de Cataluña
Ante las respuestas del alcalde de Coripe, el ex presidente de Cataluña respondió, diciendo que sus declaraciones "siguen siendo peores ¿Cómo puedes ser tan miserable? ¿No es nadie PSOE consciente de la actitud contraria a los derechos humanos de un representante? ¿No deberías emprender acciones? ¿O son indiferentes a unir el concepto de "mal" a los árabes?", dijo a través de su cuenta de Twitter.
La "Quema de Judas" es una tradición en España y en varios países latinoamericanos, pero en esta ocasión la figura de Puigdemont fue fusilada y prendida en fuego a una semana de las elecciones legislativas del domingo.
La tensa campaña, que ha tenido como uno de sus temas centrales la crisis política en Cataluña, se ha caracterizado por el lenguaje duro y los insultos entre varios candidatos.