El Gobierno francés está considerando una serie de derogaciones para "facilitar" la renovación de la catedral Notre Dame de París, que el Presidente Emmanuel Macron prometió que reabrirá dentro de cinco años tras ser parcialmente destruida por un incendio.
Un proyecto de ley presentado este miércoles permitirá al Gobierno francés pasar por encima las obligaciones en materia de mercados públicos y las leyes de protección del patrimonio para "agilizar la ejecución de las obras".
Algunas voces ya se han alzado para criticar este texto. "Hay un riesgo de crear precedentes. Hay demasiada precipitación", estimó Stéphane Bern, especialista en temas de patrimonio.
En cuanto a los cerca de 1.000 millones de euros en donaciones que se han levantado para la reconstrucción de esta catedral gótica milenaria, el Tribunal de Cuentas anunció en esta jornada que controlará el uso de estos fondos.
"La importancia de las sumas, la dimensión simbólica de esta reconstrucción y el impacto fiscal de las donaciones exigen que la recaudación de las donaciones, su uso y la realización de las operaciones de reconstrucción sean objeto de una vigilancia especial y de la mayor transparencia financiera", justificó esta jurisdicción administrativa francesa, encargada de velar por la transparencia de las cuentas públicas.