Este miércoles los "chalecos amarillos" y los sindicatos salieron a las calles de París para manifestarse en el marco del 1 de mayo. Al comienzo de la protesta se registraron enfrentamientos entre los grupos radicales y la fuerza policial.
La policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a los llamados "black blocks", un grupo anticapitalista y antifascistas que destacan por vestir de negro y con la cara cubierta.
El secretario general de la Confederación General del Trabajo, principal sindicato convocante, Philippe Martínez, tuvo que ser alejado de la marcha, que comenzó en la estación de Montparnasse, debido al nivel de violencia.
El enfrentamiento culminó con la detención de 165 personas antes del inicio de la manifestación.
Durante la mañana se realizaron más de nueve mil controles de identidad en toda la ciudad para intentar la llegada de manifestar violentos.
Además, se han movilizado 7.400 policías y gendarmes para garantizar la seguridad y prevenir altercados, los que fueron advertidos por el ministro del Interior francés, Christophe Castaner.