El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, se reunirá la semana próxima con los jefes de los principales partidos opositores para analizar la situación política tras las elecciones legislativas del domingo pasado, que ganaron los socialistas con mayoría relativa.
El líder del Partido Socialista (PSOE) consiguió 123 de los 350 diputados del Congreso, así que necesita el apoyo de otras fuerzas parlamentarias para seguir gobernando.
Es por esto que el lunes recibirá al presidente del Partido Popular, el conservador Pablo Casado, que sufrió una derrota severa en los comicios y bajó de 137 a 66 diputados.
El martes se reunirá por separado con el líder del Ciudadanos (liberales, 57 diputados), Albert Rivera; y el de Unidas Podemos (izquierda, 42 diputados), Pablo Iglesias, según informaron fuentes del Gobierno español.
Sánchez ha excluido de estas conversaciones al partido de extrema derecha Vox, que obtuvo representación parlamentaria por vez primera, con 24 diputados.
Tanto el ejecutivo socialista en funciones como el PSOE insistieron días atrás en que se hablará con todos los grupos políticos para buscar apoyos a la investidura parlamentaria de Sánchez para un nuevo mandato, pero con la idea de gobernar en solitario por medio de pactos con partidos diferentes y conseguir una legislatura estable.
Sánchez gobierna en minoría desde el 1 de junio de 2018, cuando ganó una moción de censura parlamentaria al anterior presidente del Gobierno, el conservador Mariano Rajoy.
Su objetivo es mantener un gobierno "con personalidad indiscutiblemente socialdemócrata y dentro del marco constitucional", aseguró a la prensa hoy el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. Y confirmó que este partido tiene voluntad de pactar, dialogar y llegar a acuerdos "con diferentes actores en cada caso".
En este sentido, Ábalos planteó alcanzar "acuerdos programáticos" con Unidas Podemos debido a la experiencia previa de colaboración y a que comparten con los socialistas "una sensibilidad respecto a la superación de las desigualdades", la justicia social y el crecimiento económico con redistribución.
Por su parte, Unidas Podemos subrayó que un gobierno de coalición con los socialistas es la única forma de defender los derechos de los trabajadores.
Otra posibilidad sería un acuerdo entre PSOE y Ciudadanos, como sugirió la patronal empresarial, pero ambos partidos lo han excluido hasta ahora.
En el Día del Trabajo, los principales sindicatos españoles, CCOO y UGT, reclamaron una mayoría progresista en el nuevo Parlamento y un gobierno "de izquierdas" para corregir las reformas laborales vigentes, que son las "más agresivas de la democracia", según opinan.