Esta semana
Venezuela volvió a vivir días cargados de tensión. Desde que el martes en la mañana la oposición anunciara la liberación de
Leopoldo López de su arresto domiciliario, el país petrolero otra vez se vio sumido en los enfrentamientos y la violencia, lo que terminó este miércoles en la noche con una joven de 27 años muerta en medio de una protesta.
Todo estos hechos comenzaron precisamente con la salida de López desde su casa, quien apoyado por un grupo de militares desertores logró liberarse de las medidas que el Gobierno de Nicolás Maduro le había impuesto. Tras esto, el Presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, declaró que "valientes soldados han acudido a nuestro llamado" e invitó a la gente a unirse y salir a las calles.
Ahí empezaron a surgir las primeras informaciones que hablaban de un alzamiento militar. Mientras en el país caribeño la situación era confusa y poco a poco las personas empezaban a salir de sus casas para apoyar o al gobierno o a la oposición, desde Chile comenzaban a aparecer las primeras reacciones desde el mundo político.
"Nuestro total apoyo al presidente Guaidó y democracia en Venezuela. La dictadura de Maduro debe terminar por la fuerza pacífica y dentro de la Constitución. Así se restablecerán las libertades, la democracia, los DD.HH. y el progreso en Venezuela", dijo el Presidente chileno Sebastián Piñera.
Por su parte, el timonel del Partido Comunista, Guillermo Teillier, llamó a "condenar el intento de golpe de Estado en Venezuela promovido por la ultraderecha encabezada por Juan Guaidó y Leopoldo López y apoyadas directamente por el presidente de Colombia. Exigimos al Gobierno de Chile que rechace este golpe".
Pero lo cierto es que en nuestro país la información era limitada. Ambos bandos en Venezuela expresaban distintas versiones. Por un lado, Guaidó aseguraba que las Fuerzas Armadas estaban con él, pero desde el Palacio de Miraflores afirmaban que el levantamiento se trataba de un "reducido grupo de efectivos militares traidores".
Mientras, en las calles de Caracas y de distintas ciudades venezolanas el nerviosismo se apoderaba de la gente y los choques con la policía estallaron. Hubo bombas lacrimógenas, algunas arremetidas hacia la gente con tanquetas, pero los enfrentamientos armados fueron muy escasos.
¿Qué pasaba con Nicolás Maduro? El Mandatario estuvo ausente durante largas horas, hasta que pasadas las 10 de la mañana, escribió en su Twitter: "¡Nervios de Acero! He conversado con los Comandantes de todas las REDI y ZODI del País, quienes me han manifestado su total lealtad al Pueblo, a la Constitución y a la Patria. Llamo a la máxima movilización popular para asegurar la victoria de la Paz. ¡Venceremos!".
Levantamiento frustrado
Con el correr de las horas se confirmó que el levantamiento militar había fracasado y que Maduro seguía en el poder. Si bien se habló de que podía ser el momento del cambio, nada de eso ocurrió.
Pese a que miles de personas respaldaron a Guaidó en las calles, la mayoría de los militares venezolanos se mantuvo leal a Maduro y de paso neutralizó los intentos de los opositores de arrebatarle el poder.
La comunidad internacional miraba con atención desde afuera, consciente de que la operación había perdido fuerza. Por su parte, Leopoldo López buscaba asilo político. Primero ingresó junto a su familia como huésped a la embajada de Chile en Caracas, pero con el correr de las horas de trasladó hasta la embajada de España.
En tanto, Estados Unidos culpó a agentes extranjeros de permitir la permanencia de Maduro en el poder. De hecho, los asesores de Donald Trump aseguraron que el Mandatario del país petrolero estaba "dispuesto a dejar Venezuela", pero que Rusia le "pidió que continuara", y que un grupo de militares cubanos lo apoyaron durante el día.
Finalmente, el propio Maduro dio por terminado el alzamiento en su contra. "Quiero felicitarlos por la forma valiente y de enorme sabiduría con la que ustedes han conducido la derrota y las escaramuzas golpistas", dijo el Presidente a los militares en una cadena nacional.
Nueva jornada de violencia
Sabiendo que este miércoles se venía una nueva jornada de manifestaciones y violencia, la Alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, se mostró "extremadamente preocupada por las informaciones acerca del uso excesivo de la fuerza cometido por las fuerzas de seguridad contra manifestantes en Venezuela" y pidió la máxima moderación y respeto.
Sin embargo, durante el día igual se produjeron una serie de choques y enfrentamientos entre protestantes y policias, lo que terminó con la muerte de una joven de 27 años a manos de las fuerzas de orden de Maduro, según denunció el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).
La ONG aseguró Jurubith Rausseo García falleció producto de un disparo en la cabeza, mientras se encontraba junto a un grupo de manifestantes en Altamira. Su deceso se sumaría al de Samuel Enrique Méndez, de 24, aunque se desconoce aún si su fallecimiento se dio también en el contexto de protestas.
Producto de estas intensas y agitadas jornadas de marchas, la OVC cifró en al menos 130 los heridos a lo largo del país, la mayoría por impactos de balas y perdigones.