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Santiago: Jueves 26 de septiembre del 2024 | Actualizado 20:12
Wa Lone, de 33 años y padre de una hija que nació cuando él estaba en prisión, procede de una pequeña aldea del centro de Myanmar y comenzó a trabajar en Reuters en 2016, empleo que compatibilizaba con la escritura de libros infantiles para una organización dedicada a promocionar la convivencia pacífica entre diferentes etnias.
Kyaw Soe Oo, de 29 años y padre de una niña de tres años, comenzó a trabajar en Reuters en 2017, procede de Sittwe, capital de Arakan, y pertenece a la etnia budista Rakáin, mayoritaria en un estado plagado de conflictos entre budistas y musulmanes, lo que no impidió que Kyaw Soe Oo se dedicara a investigar una matanza de musulmanes rohingyás.
Wa Lone y Kyaw Soe Oo fueron detenidos en diciembre de 2017, minutos después de que agentes de la policía les entregaran documentos confidenciales relacionados con una matanza de rohingyas, perpetrada por el Ejército en el estado de Arakan (Rakáin), que se encontraban investigando.
Un tribunal de Rangún los condenó en septiembre de 2018 a siete años de cárcel por haber violado la Ley de Secretos Oficiales, una norma que se remonta al periodo colonial británico, a pesar de que un capitán de la Policía declaró que uno de sus superiores había tendido una trampa a los dos reporteros, un testimonio que fue desestimado por los jueces.
Los dos reporteros investigaban la matanza de 10 hombres rohinyas perpetrada en septiembre de 2017 por el Ejército, con la colaboración de vecinos de la etnia rakáin en el pueblo de Inn Dinn, al norte del estado de Arakan, zona que era entonces escenario de lo que la ONU calificó de "limpieza étnica de manual".
En agosto de aquel año, tras una serie de ataques coordinados contra puestos fronterizos por parte de un grupo insurgente rohingya, el Ejército lanzó en la zona una brutal ofensiva que provocó el éxodo a Bangladesh de la mayoría de la población rohinya en Arakan, más de 725.000 personas que permanecen en el campo de refugiados más grande del mundo.
Ambos profesionales recibieron el prestigioso premio Pulitzer en abril por su investigación y en diciembre de 2018 fueron designados por la revista Time como Personas del Año junto a reporteros de otros tres países.
La condena a los dos periodistas suscitó un clamor internacional por su liberación y a favor de la libertad de prensa, al que se unieron el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres; la Unión Europea, Estados Unidos y varias organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos.
La ganadora del premio Nobel de la Paz y líder de facto del Gobierno birmano Aung San Suu Kyi, que pasó 15 años bajo arresto domiciliario durante la dictadura militar e hizo de la defensa del Estado de Derecho uno de sus caballos de batalla, en 2018 defendió la condena a los reporteros y afirmó que no se habían producido errores durante el juicio, pese a las irregularidades del proceso.
El poder de Suu Kyi es limitado, ya que tiene que compartirlo con el Ejército, y desde que Myanmar se embarcó en una transición democrática en 2011, la líder birmana ha tratado de congraciarse con los poderosos generales en aras de lo que ha calificado como "reconciliación nacional".
