Tras varios meses de desabastecimiento de productos en el mercado local, las autoridades cubanas anunciaron este viernes la venta racionada de varios de ellos, principalmente alimentos, para evitar acaparamiento y garantizar mayor acceso.
"Regular el producto es vender cantidades limitadas, que permitan (...) que haya una equidad en la distribución, que (...) pueda acceder mayor cantidad de personas al producto, y también para evitar el acaparamiento, que es un flagelo con el cual estamos conviviendo", dijo la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz, a la TV local.
Las autoridades explicaron que la situación de desabastecimiento surgió a partir de una crisis de liquidez financiera del país, que acumuló una deuda comercial de 1.500 millones de dólares con proveedores, a fines del año pasado, así como por el recrudecimiento del embargo estadounidense que complica operaciones comerciales.
Productos como huevo, aceite, pollo congelado, arroz, frijoles, salchichas y chícharos, así como jabones, detergentes y pasta dental, serán afectados por esta medida, ya en vigor en varias localidades del país.
En el caso del pollo congelado, la venta liberada será limitada a cinco kilogramos por persona en cada compra.
La ministra Díaz precisó que esto se debe a que dependen "de importaciones que vienen de Estados Unidos y eso ha hecho que se haya tenido que buscar alternativas para poder asegurar el producto en el mercado".
Los cubanos tienen acceso a una canasta básica de alimentos a precios subsidiados, a través de una cartilla de racionamiento conocida como "la libreta", que los propios ciudadanos consideran insuficiente.
Otros productos se venden fuera de esa cartilla, a precios regulados pero mayores, en la cadena estatal de mercados "Ideal". Son estos los que sufren las nuevas regulaciones anunciadas.
Una tercera vía de compra son los supermercados estatales en divisas, con precios más altos, donde también se han registrado desabastecimientos y largas filas de personas para adquirirlos. Allí también hay restricciones.