Se esperaba que en la jornada del jueves el futbolista argentino del Barcelona
Lionel Messi celebrara la obtención de un nuevo trofeo. En esta ocasión, se trataba de la
Creu de Sant Jordi, una de las distinciones más importantes entregadas por la Generalitat de Cataluña a personajes que hayan trascendido en la región. Pero todo se vería opacado por los hechos ocurridos en la ceremonia, cuando los asistentes comenzaron a aplaudir a favor de los independentistas catalanes que se encuentran detenidos tras el referéndum del 1 de octubre.
En un momento de la conmemoración, los presentes se pararon y realizaron esta acción, mientras gritaban "libertad presos políticos". Ante esto, el argentino se abstuvo y no se sumó al clamor de los demás, lo que fue alabado por varios sectores de España.
El País señaló que el jugador "siguió impertérrito la hora y media que duró la ceremonia" y que "Messi aplaudía tímidamente los parlamentos de sus compañeros de cruz".
Mientras, ABC mencionó que "durante la ceremonia tuvo lugar un episodio que no pareció gustar demasiado a Messi" y que "el futbolista azulgrana no se quiso sumar a los aplausos dedicados a los encarcelados".
Por su parte, El Mundo señaló que el futbolista "fue protagonista también durante los aplausos y cánticos por la liberación de los presos del procés cuando, al contrario que los presentes, cruzó las manos y no se sumó al gesto de los demás".
Trasfondo político
El acto tuvo un trasfondo político claro, como se demostró también en las intervenciones de varios de los involucrados.
El País consigna que la atleta y vocera de los galardonados, Núria Picas, aseguró que la "capacidad del pueblo catalán es tan grande que sabrá hacer lo que queremos la mayoría de los catalanes", sin especificar un punto en especial.
"(La) capacidad del pueblo catalán es tan grande que sabrá hacer lo que queremos la mayoría de los catalanes"
Núria Picas
Por su parte, el ilustrador Luís Juste de Nin lamentó que no estuvieran presentes en la ceremonia el resto de los líderes independentistas.
"No están todos, faltan unos compañeros cargados de razón", dijo.
En medio de todo esto, estaba Messi, cuya incomodidad por participar en un acto político contra su voluntad a veces se hacía notar, según muestran diversos videos.
Gran honor
El premio reconoce "los servicios prestados a Cataluña en la defensa de su identidad o en el plano cívico y cultural" y fue entregado por el líder de la nación, Quim Torra. Al jugador argentino se le dio el galardón por su "fabulosa trayectoria deportiva que le ha llevado a ser reconocido como el mejor futbolista de todos los tiempos".
Josep Maria Bartomeu, presidente del club Barcelona, aseguró que este galardón es para el futbolista "un ejemplo más de que su huella trasciende más allá del ámbito del fútbol. Un embajador único para el Barcelona y Cataluña", dijo en su cuenta de Twitter.
El galardón entregado a Messi generó algunas dudas, luego de que la justicia española lo declarara culpable en 2017 de defraudar por 4,1 millones de euros a la Hacienda.
La condecoración se entregó a 28 personas y 15 instituciones, entre las que se encuentran los empresarios Joana Amat, Josep González y Albert Peters, la pedagoga Montserrat Andreu, el traductor Virgil Ani, los políticos Ernest Benach, Joan Rigol e Ivo Vajgl, el médico Carles Furriols, la educadora Carme Giralt, los lingüistas Carme Junyent y Joaquim Rafel y las maestras Montserrat Juvanteny, Núria Quadrada y Núria Marín.
