Millones de ciudadanos de los 28 países de la Unión Europea (UE) podrán participar entre este jueves y el próximo domingo en el segundo proceso electoral democrático más extenso del mundo, después del de la India. Alrededor de 419,2 millones de personas con derecho a voto designarán a sus 751 representantes en el Parlamento Europeo, la única institución de la UE elegida por sufragio directo.
Quienes comenzarán con este proceso, el 23 de mayo, serán los Países Bajos y el Reino Unido. Éste último no vive la jornada con demasiado entusiasmo y se ha concentrado en las conversaciones para aprobar el acuerdo de un postergado Brexit. El voto sí resultará clave para los que continúan en el bloque, pues marcará el camino de la Unión durante los próximos cinco años en áreas como el comercio, la seguridad, la protección al consumidor, la lucha contra el cambio climático y el crecimiento económico.
La mayoría se pronunciarán el 26 de mayo, por lo que se espera que los resultados se conozcan después de las 17:00 horas del domingo (hora de Chile), incluso pudiendo extenderse ese plazo por uno o dos días.
¿Cómo funciona?
Las normas comunes establecen el principio de representación proporcional. El sistema garantiza que si un partido logra, por ejemplo, el 20% de los votos, también obtendrá en torno al 20% de los escaños disputados, de modo que tanto partidos grandes como pequeños tengan la posibilidad de enviar sus representantes al hemiciclo.
Los países son libres para decidir sobre otros muchos aspectos importantes del procedimiento de votación. Por ejemplo, el número de circunscripciones electorales. En nueve estados existe una única circunscripción electoral, mientras que Bélgica, Irlanda, Francia, Italia y el Reino Unido dividieron su territorio en varias. Alemania y Finlandia pueden presentar listas de candidatos tanto por región como a escala nacional.
La edad mínima para votar es de 18 años, excepto en Austria y Malta donde se hace con 16 años y en Grecia con 17. Si se refiere a los candidatos,
la edad mínima para poder aspirar a convertirse en eurodiputado oscila entre los 18 y los 25 años. Además, el voto es obligatorio en Bélgica, Bulgaria, Chipre, Grecia y Luxemburgo, país donde no sufragar conlleva una sanción económica. En Grecia esta obligatoriedad se extiende a los ciudadanos de otros países europeos inscritos en su censo electoral.
En casi todos los Estados miembros se da la posibilidad para que sus ciudadanos sufraguen desde el extranjero, excepto República Checa, Irlanda, Malta y Eslovaquia. En Bulgaria, Grecia e Italia solo se puede votar desde el extranjero si el país de residencia es miembro de la UE.
A partir del 27 de mayo, los nuevos diputados electos podrán iniciar sus negociaciones para formar los grupos políticos. Un grupo requiere un mínimo de 25 diputados, procedentes de al menos una cuarta parte de los miembros. Los grupos políticos deben notificar su composición antes del 24 de junio.
El proceso culminará el 2 de julio, día en que comenzará la novena legislatura con la sesión constitutiva de la Cámara en Estrasburgo. Los eurodiputados elegirán al presidente, los 14 vicepresidentes y los 5 cuestores (diputados encargados de cuestiones administrativas y financieras). Además, decidirán el número y la composición de las comisiones permanentes.
Proyecciones y el avance de la ultraderecha
Nadie duda de que las dos fuerzas hegemónicas en Europa, el Partido Popular Europeo (PPE) y el socialista (PSE), serán las dos más votadas esta semana. Pero lo más importante será saber si los liberales se asientan como tercera fuerza y si la ultraderecha afianza sus posiciones y cómo las reagrupa.
Según las últimas proyecciones del Parlamento Europeo (PE), el PPE seguirá siendo el más votado, con una estimación de 180 eurodiputados (de los 217 en 2014), seguido de los socialistas con 149 (ahora tiene 186), ambas en retroceso. Tras ellos, la pugna por el tercer lugar es entre los liberales y los Verdes.
Para el PPE, Alemania y España siguen siendo claves. Las encuestas estiman que los
demócratacristianos de la Canciller Angela Merkel serán la fuerza más votada (30%), mientras que el Partido Popular español, pese a que retrocederían con respecto a 2014, lograrían la segunda posición. También será especialmente relevante lo que suceda con el Fidesz húngaro, del ultraconservador primer ministro Viktor Orbán, y con Los Republicanos de Francia.
Los socialistas ven el panorama con cautela. Los sondeos prevén que la buena racha del PSOE español en las legislativas internas se replicará a nivel europeo, beneficiando a la alianza. También alcanzarían un relativo buen resultado en Reino Unido con los laboristas, pero su presencia es "virtual" porque abandonarán sus escaños una vez que se concrete el Brexit. Además, perdieron terreno vital en Italia, Francia, Alemania y Finlandia.
Por otro lado, el Presidente Emmanuel Macron, y su partido centrista, La República en Marcha, se asociaron con los liberales liderados por el ex primer ministro belga, Guy Verhofstadt. Juntos, aspiran a concretar un centenar de escaños que los conviertan en la bisagra entre conservadores y socialdemócratas. El Mandatario galo sería un referente importante en este grupo refundado, en el que entrarían también Ciudadanos de España y el partido del Primer Ministro holandés, Mark Rutte.
La apuesta de los tres grupos anteriores es presentarse como contención contra la oleada de extrema derecha encabezada por la francesa Marine Le Pen, de Agrupación Nacional (AN), y el ministro del Interior italiano y líder de La Liga, Matteo Salvini. Según las proyecciones, su grupo Europa de las Naciones y las Libertades alcanzaría los 62 escaños.
Algunos analistas, no obstante, creen que el escándalo "Ibiza" en Austria, que recientemente se saldó con la salida de los ultraderechistas de la coalición de gobierno, podría costarle puntos. Además, el partido ultranancionalista español, Vox (obtendría 4 o 5 diputados), tomará su decisión sobre una eventual alianza recién tras los comicios.
Por su parte, los euroescépticos de Europa de la Libertad y de la Democracia Directa (EFDD) – integrado por el UKIP británico y Alternativa por Alemania, entre otros- podría llegar a los 45 eurodiputados. Y el partido de Nigel Farage (ex UKIP), viejo conocido de la política europea y que también es euroescéptico, lograría la victoria en Reino Unido. Las encuestas indican que su Partido para el Brexit podría conseguir hasta una tercera parte de los votos.
Las estimaciones están sobre la mesa, pero la decisión final será en las urnas a partir de este jueves. Solo resta ver cómo se comportarán los ciudadanos europeos y qué rol le entregarán a cada una de las alianzas que participan de la disputa.