Un refugiado somalí, candidato ecologista en Reino Unido; un independentista catalán en prisión; o un bisnieto de Mussolini optan a uno de los 751 escaños de la Eurocámara, con una candidatura o campaña poco habituales en el viejo continente.
A continuación, cinco candidaturas que se enmarcarían en lo que está "fuera de lo común" en las elecciones europeas que comenzaron este jueves y se extenderán hasta el domingo.
El griego Varoufakis, en Berlín
En 2015, en el punto álgido de la crisis griega, era la bestia negra del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que exigía a Atenas recortes drásticos a cambio de préstamos. Cuatro años después, Yanis Varoufakis es candidato a las elecciones europeas... en Berlín.
Este economista de 58 años lidera la lista Democracia en Europa, un partido político alemán que forma parte del movimiento transnacional y antisistema DiEM25 que el griego contribuyó a lanzar a principios de 2016.
Con
menos de un 1% de intención de voto en los sondeos, el ex ministro de Finanzas optó por Alemania y sus reglas electorales más favorables, que no prevén un umbral mínimo a alcanzar en el sistema de elección proporcional.
Su lista milita por un "New Deal verde" y por la retransmisión de todas las reuniones de los dirigentes europeos y del Banco Central Europeo (BCE), este último visto por muchos griegos como responsable de la política de austeridad de su país en los últimos años.
Un bisnieto de Mussolini, en Italia
Caio Giulio Cesare -Cayo Julio César, en español- es el segundo descendiente de Mussolini que se lanza a la aventura de la Eurocámara, tras Alessandra, eurodiputada desde 2014 y nieta del Duce.
Bisnieto del dictador italiano, este ex oficial de la Marina de 51 años, nacido en Argentina, es el décimo en la lista del partido ultraderechista Hermanos de Italia, en la circunscripción italiana Sur.
Aunque tiene difícil salir elegido, de lograr el escaño, este empresario tiene como prioridades suprimir la sede de la Eurocámara en Estrasburgo -"un despilfarro"- y dar más poder a los eurodiputados.
Un refugiado somalí ecologista, en Reino Unido
Magid Magid, nacido en Somalia hace 29 años, se refugió en el Reino Unido cuando era niño y creció en un barrio pobre de la ciudad industrial de Sheffield, en el norte de Inglaterra.
Este candidato de los Verdes británicos a la Eurocámara
quiere convertirse en la voz de los jóvenes y de los refugiados, aunque sus posibilidades de ser escogido son muy bajas.
En campaña recientemente en Londres, lucía una camiseta con el lema "Inmigrants Make Britain Great" ("Migrantes, hagan grande Gran Bretaña").
Su instinto para llamar la atención sobre sus causas quedó patente en 2017, cuando corrió la media maratón de Sheffield disfrazado de árbol para protestar contra la política local de talas.
Un independentista preso, en España
El ex vicepresidente independentista catalán Oriol Junqueras, en prisión preventiva en España, es el jefe de filas de los regionalistas europeos en los comicios y, por tanto, su candidato simbólico a la presidencia de la Comisión Europea.
Este profesor de 50 años, que enfrenta 25 años de prisión en el proceso en curso por el intento de independencia de Cataluña de octubre de 2017, ya conoce la Eurocámara, donde ejerció de eurodiputado de 2009 a 2011.
Visto como
el gran rival de Carles Puigdemont por liderar el independentismo catalán, Junqueras se beneficia de un cierto aura de mártir por no haberse marchado de España, como hizo el primero, que vive en Bélgica y también opta a convertirse en eurodiputado.
Los sondeos otorgan a la coalición de izquierdas que Junqueras encabeza entre dos o tres eurodiputados, pero debería renunciar al escaño si quiere mantener su acta en el Congreso de los Diputados en España, donde fue escogido en abril.
Una transexual, en Polonia
Anna Grodzka ya forma parte de la historia de Polonia. En 2011, se convirtió en la primera diputada transexual de este país muy católico.
A sus 65 años, intenta entrar en la Eurocámara por el pequeño partido de izquierda Razem, pero con pocas posibilidades: no encabeza la lista y las intenciones de voto de su partido son bajas.
Nacida bajo el nombre de Krzystof, Grodzka dice haber comprendido rápidamente que su cuerpo no correspondía con su identidad. A los 11 años, se refiere a ella como Anna en su diario íntimo.
Antes de comenzar con su transición, esta ex editora se casó con una mujer y la pareja tuvo un hijo. Fue a partir de su divorcio en 2007, cuando inició su cambio de sexo.
La política participó en la creación de Trans-Fuzja, una fundación que aconseja a los transexuales y apoya el movimiento LGTB.
