Wei Fenghe, ministro de Defensa chino.
AP
China defendió el domingo la sangrienta represión en la plaza de Tiananmen, calificándola de "política correcta" en una inusual alusión al acontecimiento pocos días antes del aniversario del aplastamiento de la "Primavera de Beijing".
A principios de junio de 1989, la plaza Tiananmen de Beijing era desde hacía siete semanas el epicentro de manifestaciones inéditas de estudiantes y obreros a favor de la democracia y pidiendo poner fin a la corrupción. La represión del movimiento por parte del Ejército dejó centenares de muertos en la madrugada del 4 de junio.
Treinta años después, este periodo de la historia de China sigue siendo tabú, pero las escasas veces en que las autoridades evocan el acontecimiento -en especial ante los extranjeros- lo hacen justificando una "decisión correcta".
El ministro de Defensa chino no ha sido la excepción.
"Ese incidente fue una turbulencia política y el Gobierno central tomó medidas para detener las turbulencias,
lo cual es una política correcta", dijo este domingo el general
Wei Fenghe, en el foro regional de seguridad Diálogo de Shangri-La, en Singapur.
En declaraciones ante ministros de Defensa, militares de alto rango y expertos, el general Wei se preguntó por qué el mundo siempre dice que China "no gestionó el incidente de forma correcta".
"Estos 30 años demostraron que China vivió grandes cambios", afirmó, añadiendo que gracias a la acción del gobierno, "China goza de estabilidad y desarrollo".
La noche del 3 al 4 junio de 1989, soldados y tanques del Ejército de Liberación Popular chino se abrieron paso de forma sangrienta hasta Tiananmen, donde se manifestaban desde hacía varias semanas cientos de miles de estudiantes universitarios y trabajadores por el fin de la corrupción y en favor de una mayor apertura política.
El número de muertos es todavía desconocido, y oscila entre unos cientos (las Madres de Tiananmen comprenden a familiares de 155 asesinados, por ejemplo) y varios miles, dependiendo de la fuente.