Con un 52% de los votos, el Reino Unido vota por la salida de la Unión Europea.
Theresa May es nombrada primera ministra con un partido conservador, un Parlamento y un país divididos.
Las líneas rojas no negociables: Reino Unido dejará la Corte de Justicia de la UE, el mercado común y la Unión Aduanera.
Inicio de la cuenta regresiva de 2 años para dejar la UE, sin debate sobre las opciones y sus consecuencias.
Las elecciones anticipadas dejan a May sin mayoría parlamentaria. Debilitada, se alía con el Partido Unionista Democrático (DUP) de Irlanda del Norte, favorable a un Brexit duro.
May obtiene con la UE un proyecto de acuerdo sobre el Brexit.
Escapa al intento de su partido de expulsarla.
El acuerdo es rechazado por primera vez en el Parlamento. Meses después, durante el 12 y 29 de marzo, correría la misma suerte.
Inicio de sus discusiones con Jeremy Corbyn, jefe de la oposición laborista.
La UE y el Reino Unido postergan su divorcio hasta el 31 de octubre.
Ruptura de negociaciones multipartidistas sobre el Brexit.
May anuncia que renunciará el 7 de junio, "hasta que se elija un nuevo líder".
Se produce la dimisión efectiva de May. No obstante, la Premier permanecerá en el cargo hasta que se defina su sucesor.