Un tribunal de India sentenció este lunes a tres hombres hindúes, incluido a un agente de la policía, a cadena perpetua por secuestrar, violar y asesinar a una niña musulmana de 8 años en Cachemira, un caso que conmocionó al país el año pasado.
La niña, que era miembro de una tribu nómada, llevó a pastar a los ponis de su familia en los bosques ubicados en las laderas del Himalaya cuando fue secuestrada en enero de 2018. Su cuerpo mutilado fue encontrado en el bosque una semana después. Según las investigaciones, se detectó que había sido sedada y abusada sexualmente por cuatro días, hasta que murió producto de los golpes.
Casi año y medio después de los hechos, el juez de la causa, Tejwinder Singh, condenó a perpetuidad a los involucrados y sentenció, además, a cinco años de prisión a otros tres policías acusados de destruir evidencia a cambio de sobornos.
Según informó el fiscal Santokh Singn, un séptimo imputado fue exonerado, ya que el juez consideró que no había suficiente evidencia en su contra, y un octavo acusado será juzgado en un proceso separado por ser menor de edad.
El persecutor añadió que los fiscales tienen planeado presentar una apelación en un tribunal superior para buscar la pena de muerte para los tres acusados que recibieron sentencias de cadena perpetua.
El caso de esta menor, miembro de una comunidad nómada musulmana en el norte del país, cuenta con el agravante de que sus asesinos - todos hindúes - pretendían con el crimen enviar un mensaje a la comunidad de la pequeña, para que no volviese por la zona.
La investigación debió ser trasladada a la ciudad de Pathankot, en el estado vecino de Punyab, luego de las acusaciones sobre que los dirigentes y políticos locales hindúes trataban de bloquear las indagatorias.
La historia generó la indignación generalizada de la población y desató importantes protestas el año pasado. Todo ello llevó al Gobierno a aprobar la pena de muerte para los violadores de menores de 12 años.
El padre de la pequeña, Mohammed Akhtar, comentó a The Associated Press vía telefónica que los hombres deberían ser "castigados rápidamente, no sólo condenados". "Nuestra familia ha vivido un infierno (...) Nuestros corazones sangran. Estas bestias deberían ser colgadas", aseveró.