La Policía turca inició este martes una operación para detener a 154 militares por su supuesta implicación en el fallido golpe de Estado de julio de 2016, según informaron medios locales.
Al menos 48 de los sospechosos son militares en activo, mientras que los demás están retirados o habían sido expulsados previamente del Ejército turco, señala la agencia Anadolu.
Entre los acusados hay un coronel, un teniente coronel y un comandante.
Las Fiscalías de las provincias de Bursa, Konya y Esmirna, que han ordenado las detenciones, los acusan de tener vínculos con la cofradía del clérigo islamista Fethullah Gülen, a quien el Gobierno turco responsabiliza del intento golpista.
El movimiento de Gülen, exiliado en Estados Unidos desde hace años, fue un fiel aliado del Partido Justicia y Desarrollo (AKP), que gobierna en Turquía desde 2002, hasta que ambos se enfrentaron en una dura lucha por el poder a partir del otoño de 2013.
Desde el verano de 2016, Ankara responsabiliza del fallido golpe de Estado a la red de Gülen, a la que considera como organización terrorista.