Ticino, el pueblo argentino que llama la atención por su sistema.
La Nación, GDA
El domingo pasado, cerca de
48 millones de personas -residentes de
Argentina y
Uruguay- corrieron la misma suerte: se quedaron sin electricidad y estuvieron a oscuras durante varias horas, sembrando la impaciencia de sus habitantes que esperaban una pronta solución al problema. Pero no todos se vieron afectados, ya que en un pequeño pueblo ubicado en la provincia de
Córdoba la energía corría como todos los días.
Se trata de Ticino, un pueblo que hasta 2010 superaba por poco los 2.000 habitantes -según las cifras oficiales- y que ahora resalta por su particular forma para abastecerse energéticamente: la cáscara de maní.
La Central Termoeléctrica Lorenzati y Ruetsch, que opera desde agosto de 2018, es la que permite esto, ya que se trata de una planta de biomasa que produce electricidad en base a este elemento, llegando a generar hasta 5 MW, energía suficiente para nutrir a los hogares de la zona.
"Tenemos un circuito con el generador de energía por biomasa que permitió tener energía. La generamos nosotros mismos, por la biomasa en la base a la cáscara de maní. Mientras tengamos materia prima, somos autosustentables", señaló la intendenta Liliana Ruescht a Cadena 3.
Según consigna La Nación, este generador tiene distintas etapas de ensamblaje de los restos del maní. Se envían a una caldera para poder quemarlos y así obtener vapor de agua de alta presión, el que luego va a una turbina que genera energía mecánica de rotación que, posteriormente, terminará creando energía eléctrica.
El grupo Lorenzati inició este modelo, y según menciona en su página, se dedica al "desarrollo de toda la cadena del maní" -incluida su siembra y cosecha-, operando en plantas en Ticiano y Arroyo Cabral. La construcción de la planta costó 160 millones de pesos argentinos (US$ 3,67 millones) y requiere de 40.000 toneladas de cáscaras de maní para producir 3 MW.
Junto con entregar energía al pueblo, 1 MW es destinado al funcionamiento del establecimiento industrial.
La energía que se genera desde la central se vende al Sistema Interconectado Nacional -el cual fue el foco del fallo de estos últimos días- pero ante un eventual percance como el del domingo, tiene la posibilidad de desconectarse para que las viviendas reciban electricidad.
"Tenemos la posibilidad de aislarnos y brindar el servicio normal a nuestro pueblo. Cuando se cortó la energía llamé por teléfono porque estaba en Catamarca y me comentaron que estaban mirando televisión", agregó Ruescht, quien explicó este sistema que sorprendió a muchos y generó aplausos.