Después de seis meses de investigación sobre el asesinato del periodista saudí, Jamal Khashoggi, la experta de la ONU en derechos humanos y ejecuciones extrajudiciales, Angès Callamard, publicó un informe incriminatorio contra Arabia Saudita y aludió a la probable responsabilidad del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán.
En su informe, Callamard cita los nombres del "equipo de 15 sauditas", entre ellos un forense, enviados en octubre de 2018 a Estambul para ejecutar al periodista y opositor.
La investigadora subraya que algunos de ellos tuvieron o todavía tienen vínculos directos con la oficina del príncipe heredero, apodado MBS, por sus iniciales.
"Hay suficientes pruebas creíbles sobre la responsabilidad del príncipe heredero que exigen una investigación adicional", aseveró en su escrito.
Callamard basa parte de su investigación en las grabaciones efectuadas por los servicios secretos turcos en el consulado saudita el día del asesinato, a los que ella tuvo acceso. Revisa los principales extractos de estas escuchas que aparecen en el documento de un centenar de páginas.
Advertencia: Algunas partes del relato a continuación son explícitas y podría herir la sensibilidad del lector.
Asesinato con premeditación
Unos minutos antes de la llegada del periodista, se oye a un funcionario saudí, identificado como Maher Abdulaziz Mutreb, preguntar si será "posible meter el torso en una bolsa".
"No. Demasiado pesado", responde Salah Mohammed Tubaigy, otro funcionario saudí.
Mutreb replica y asegura: "Será fácil. Vamos a descuartizarlo. No es ningún problema... (...) Si tomamos bolsas de plástico y lo cortamos en pedazos, irá bien".
Poco después, el mismo Mutreb pregunta si el "animal de sacrificio" ya llegó a las inmediaciones de la sede diplomática.
Callamard señala que en ningún momento de las grabaciones se menciona el nombre del periodista. Los servicios secretos turcos creen que, probablemente, murió a los diez minutos de su llegada.
"Vamos a tener que llevarte. Es una orden de Interpol", le dice un responsable saudita al opositor. Khashoggi responde que no hay ninguna orden de detención en su contra y advierte que su novia y su chofer le están esperando fuera. "Hagamos esto rápidamente", afirma un funcionario.
Según Callamard, se oyen entonces ruidos de pelea en los que uno de los hombres pregunta: "¿Se durmió?". Luego se oyen las frases: "levanta la cabeza" y "sigue empujando".
"El examen de las grabaciones por parte de los servicios secretos de Turquía y otros países sugieren que Khashoggi fue probablemente sedado antes de ser asfixiado con una bolsa de plástico", escribió la relatora en su informe.
Posteriormente, en los audios, se escuchan ruidos de movimiento y "jadeos pronunciados" que, según los servicios turcos, podrían corresponder al momento en que "los funcionarios saudíes estaban cortando el cuerpo". Los expertos turcos afirman incluso haber identificado el sonido de una "sierra".
Las conclusiones de la investigación realizada por la relatora especial y su equipo fueron dadas a conocer este miércoles. Sin embargo, se espera que la próxima semana el documento sea presentado oficialmente ante el Consejo de Derechos Humanos.
