Cerca de diez millones de electores están llamados a las urnas este domingo en Grecia en una cita electoral anticipada que podría suponer el fin del Gobierno liderado por el partido Syriza, con el primer ministro, Alexis Tsipras, y el regreso al poder de los conservadores de Nueva Democracia, encabezados por Kyriakos Mitsotakis.
Tras haber conseguido sacar al país del rescate financiero y después de haber ratificado en 2019 un acuerdo tan histórico como polémico con Macedonia para poner fin a años de disputas por su nombre oficial, Tsipras ha quedado relegado en las encuestas por el avance del candidato de Nueva Democracia, al que los sondeos sitúan con hasta nueve puntos porcentuales de ventaja y con posibilidades de alcanzar incluso una mayoría absoluta, toda vez que el partido más votado se hace con un bonus de 50 escaños por imponerse en los comicios.
La encuesta realizada por MRB para el diario 'Ta Nea' señala que Nueva Democracia se situaría en una horquilla que va del 35,4 al 40,4% de los votos, con una ventaja de unos nueve puntos porcentuales frente a Syriza, un resultado similar al cosechado por el partido izquierdista en las pasadas elecciones al Parlamento europeo.
En el caso de que se cumplan las proyecciones de los últimos sondeos, Nueva Democracia podría llegar a gobernar en solitario, sin tener que depender del apoyo de formaciones ultraderechistas y ultranacionalistas como Amanecer Dorado o Solución Griega.
Tsipras decidió adelantar la cita con las urnas al 7 de julio tras la derrota de su formación en las elecciones a la Eurocámara, en las que se impuso Nueva Democracia. El partido izquierdista llegó al poder en 2015 cuando el país estaba inmerso en una grave crisis económica que había requerido miles de millones de euros en ayuda financiera externa desde 2010.
Poco después de su ascenso al poder con una apuesta antiausteridad, Tsipras, de 44 años, se vio obligado a solicitar un nuevo plan de rescate y a poner en marcha más medidas de austeridad para evitar que el país cayera en la bancarrota.
Los detractores de Tsipras sostienen que la postura de su Ejecutivo en contra de las reformas le costó a Grecia tiempo y miles de millones de euros, mientras que los analistas dicen que su giro de 180 grados en materia de recortes ha acabado quitándole el apoyo de sus votantes.
Los sondeos apuntan a una clara victoria del candidato de Nueva Democracia en las elecciones legislativas de este domingo. Mitsotakis, que fue ministro en el último Gobierno liderado por Nueva Democracia, pertenece a una de las tres grandes familias políticas de Grecia y lleva liderando su formación desde comienzos de 2016.
Su padre, Constantinos Mitsotakis, fue primer ministro de Grecia de 1990 a 1993, y su hermana, Dora Bakoyiannis, fue ministra de Asuntos Exteriores en los gobiernos anteriores de Nueva Democracia.
Escaños extra
De acuerdo con el sistema electoral que todavía sigue vigente en Grecia, la fuerza más votada en las elecciones logra un bonus de 50 escaños, en un Parlamento que cuenta con 300 representantes. En 2016, el Gobierno de Syriza sacó adelante una reforma de la ley electoral para eliminar este bonus e imponer un sistema más proporcional, favoreciendo así a las fuerzas con menos porcentaje de sufragios, pero dicho cambio no se aplica a esta cita anticipada con las urnas.
En junio, el Ejecutivo de Tsipras aprobó un bonus para los pensionistas y recortes de impuestos, medidas que causaron preocupación a los prestamistas internacionales ante el temor de que el país pudiera intentar sortear alguno de los compromisos derivados del programa de rescate ya completado.
50Escaños extra recibe la fuerza más votada en las elecciones.
Grecia completó en 2018 el último programa de ajustes pero sigue sometida a vigilancia financiera para garantizar que cumple sus objetivos fiscales, lo que incluye asegurarse de que el superávit se mantiene en el 3,5% del PIB hasta 2022, pudiendo bajar a partir de ese año al 2,2%.
La apuesta económica
En caso de imponerse en las elecciones del domingo, Nueva Democracia aprovecharía cualquier margen fiscal para reducir los impuestos, con bajadas del impuesto corporativo del 28 al 20 por ciento y el impuesto sobre dividendos del 10 al 5 por ciento en los próximos dos años. Además, estudiará recortes en el impuesto sobre ingresos y el IVA.
"Se han llevado más dinero de los bolsillos de los ciudadanos de lo que era necesario, por lo que planeo devolver parte para los ciudadanos y las empresas para reinvertirlo en procesos que hagan crecer la economía", afirmó Mitsotakis, en una entrevista concedida a Reuters en abril.
Tsipras, por su parte, mantiene que su programa está destinado a ayudar a los más afectados por la crisis financiera y resalta que el país está mucho mejor ahora que cuando llegó al poder. "Yo estaba en la peor posición, intentando recoger lo que no se podía recoger, los cristales rotos de todos mis predecesores", afirmó en una entrevista concedida el 27 de junio a la cadena de televisión griega Open.
"Llegué con las arcas vacías. No podíamos pagar las pensiones cada mes. Soy el primer ministro que sacó al país de los memorandos (de rescate) a los que otros le llevaron", acotó.