EMOLTV

Médicos Sin Fronteras y acceso a los medicamentos: "Los países de Latinoamérica están en una zona oscura"

El representante de la campaña de acceso a fármacos de la ONG para la región, Felipe Carvalho, comentó a Emol las dificultades para que los pacientes puedan acceder a sus tratamientos a un precio justo.

08 de Julio de 2019 | 06:00 | Por Ramón Jara A., Emol
imagen
Atul Loke/Panos Pictures
SANTIAGO.- El viernes, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que está preparando un decreto para reducir el costo de los medicamentos con receta y así hacer que su país no pague más que aquellos donde esos fármacos tienen el precio más balo del mundo. "¿Por qué tienen que pagar mucho menos otros países, como Canadá, que nosotros? Se han aprovechado de nosotros durante mucho tiempo las farmacéuticas", dijo el Mandatario.

Lo que hizo Trump no fue más que evidenciar una realidad que no sólo afecta a EE.UU., sino que a muchas partes del planeta donde la situación es aún más preocupante y la imposibilidad de acceder a los medicamentos por su alto costo o su bajo stock es un problema palpable y una causa de crisis sanitaria en algunos lugares. Y es ahí donde algunas instituciones han debido intervenir.

Ese es el caso de Médicos Sin Fronteras (MSF), que en 2019 cumple 20 años liderando la campaña de acceso a medicamentos, que se enfoca en buscar opciones para reducir los precios de los fármacos y que éstos estén disponibles en los países que los necesitan. El pograma partió centrándose en dos temas principales, según explica Felipe Carvalho, representante del programa para América Latina,. El primero, afirma, tenía que ver con la crisis de acceso a medicamentos para tratar el VIH (especialmente en África), mientras que el segundo hacía relación con la falta de tratamientos "para una serie de enfermedades olvidadas que afectan especialmente a los países más pobres", como la tuberculosis o la malaria.

Felipe Carvalho, representante de la campaña de MSF para Latinoamérica. (Crédito: MSF)

"La creación de la campaña fue también resultado de una frustración de nuestros equipos que intentaron enfrentar la crisis del VIH/sida y no lo lograron porque los remedios eran muy caros, o que no lograron por ejemplo, tratar a gente con malaria o enfermedad del sueño, porque los tratamientos son muy antiguos, tóxicos; la gente se moría a causa del tratamiento. Ese tipo de situación creó una frustración muy grande en nuestros equipos", afirma Carvalho a Emol.

Así, en estas dos décadas MSF ha logrado cosas importantísimas, como reducir el costo del tratamiento del VIH de 10.000 dólares anuales a 100 dólares, lo que permitió la ampliación del tratamiento: si en el año 2000 el 1% de los portadores del virus tenían acceso a éste en los países de renta media y baja, en 2017 la cobertura mundial aumentó al 59%, es decir, cerca de 20 millones de personas.

Asimismo, la campaña ha intentado reducir los costos en tratamientos de enfermedades como la tuberculosis, hepatitis C, ébola y la enfermedad del sueño. Aunque asumen que el desafío es mayor y aún queda mucho por lograr. Así, se están enfocando también en enfermedades como la neumonía, muy presente en los campos de refugiados.

"El balance lógicamente es que en 20 años hemos aprendido demasiadas cosas, pero lo principal es que es fundamental tener competencia para (la venta de) los productos médicos, ya que sin competencia lo que pasa es que los precios son muy altos y ni las organizaciones humanitarias, ni los gobiernos ni las personas logran comprarlos"

Felipe Carvalho
"El balance lógicamente es que en 20 años hemos aprendido demasiadas cosas, pero lo principal es que es fundamental tener competencia para (la venta de) los productos médicos, ya que sin competencia lo que pasa es que los precios son muy altos y ni las organizaciones humanitarias, ni los gobiernos ni las personas logran comprarlos", recalca Carvalho.

El activista agrega que "otra cosa es que es muy importante tener a los pacientes, las personas afectadas, movilizadas para demandar el alza de precios y el comportamiento de las empresas farmacéuticas, lo mismo para demandar que los gobiernos empiecen a tratar en lo referido a los problemas de salud". Asimismo, sostiene que "aprendimos también que no es posible hablar de precios de los medicamentos sin hablar de innovación, proceso que despierta todos los procesos de desarrollo de un medicamento".

Dificultades

Dificultades a lo largo de la campaña han tenido, y muchas. La principal tiene que ver con la presión de las empresas farmacéuticas, que muchas veces no están dispuestas a reducir los costos y miran con resquemor la creación de medicamentos genéricos, lo que complica la adquisición de los fármacos.

"Lo que hemos visto en estos 20 años de trabajo es que muchas veces las empresas justifican un precio alto diciendo que se ha hecho una inversión muy alta en investigación y desarrollo. Pero hoy sabemos que esto es una falsa argumentación, primero porque muchas investigaciones las hacen las universidades o con inversiones públicas y las empresas llegan en una etapa más avanzada", dice Carvalho.

Activistas de MSF protestan contra Johnson & Johnson y le exigen que reduzca el precio de la bedaquilina, nuevo medicamento contra la tuberculosis. (Foto: MSF).

En ese sentido, agrega que "las empresas nunca revelan claramente cuánto es su inversión, entonces tenemos que considerar lo que nos cuentan, pero no hay evidencias de lo que dicen. Ya hay otras iniciativas de desarrollo de medicamentos que muestran que son como diez o cinco veces más baratos de lo que plantean las empresas".

También alude al accionar de los gobiernos en este problema: "Vemos que algunos países tienen un sistema mixto, donde algunos pacientes reciben los medicamentos de los gobiernos y otra gente compra , pero igual lo que cuestionamos, además de estos temas locales, es cómo se comporta la industria farmacéutica, entonces en nuestros países vemos este tipo de problemas como la colusión de farmacias".

"Entonces, es importante en los países cuestionar no solo los sistemas cuando no funcionan, sino también cómo los precios son dirigidos y qué se puede hacer para rebajarlos", recalca.

La realidad latinoamericana

Y es en este escenario donde se puede ver la realidad latinoamericana. Carvalho resalta que se trata de "un contexto un poco único, pues la mayor parte son países en desarrollo y esos son justamente los países que están en una zona oscura, porque para los países pobres normalmente las empresas ofrecen descuentos, promociones y políticas de acceso, pero los países en desarrollo tienen dificultades, tienen sistemas de salud delicados (...) y al mismo tiempo son países vistos por el mercado farmacéutico como en expansión".

Es en estos países, entonces, donde las empresas farmacéuticas quieren garantizar el mercado, mientras los gobiernos quieren garantizar la salud de la población, afirma. Y es ahí donde, agrega, "el principal desafío es la presión que los países sufren cuando intentan defender la salud pública".

Y así como está la presión de las compañías, también hay presión de otros países más desarrollados. Así lo ejemplifica Carvalho: "Los estados siempre que intentan defender la salud pública sufren una enorme presión contraria. Colombia hace poco intentó iniciar un proceso de licencia obligatoria de medicamentos, sufrió la presión de Suiza, Estados Unidos, de empresas".

"La mayor parte (de Latinoamérica) son países en desarrollo y esos son justamente los países que están en una zona oscura, porque para los países pobres normalmente las empresas ofrecen descuentos, promociones y políticas de acceso, pero los países en desarrollo tienen dificultades, tienen sistemas de salud delicados (...) y al mismo tiempo son países vistos por el mercado farmacéutico como en expansión"

Felipe Carvalho
Todo esto, afirma, "es curioso, porque históricamente los gobiernos de América Latina han tenido un gran liderazgo en impulsar el acceso a medicamentos en otros países y también en las debacles internacionales".

Ahora, dice, está la posibilidad de organizarse en torno a la defensa al acceso de medicamentos. Es ahí donde espera avances como que se logre la licencia obligatoria de los medicamentos, con proyectos que ya se han visto en países como Argentina y el ya citado caso de Colombia. Se sabe que el desafío es gigante, pero no imposible.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?