Un nuevo capítulo del enigmático caso de Emanuela Orlandi, la hija de un funcionario del Vaticano que desapareció misteriosamente en 1983, se abrió este sábado con la pesquisa de dos osarios descubiertos en un sótano del Cementerio Teutónico de la Santa Sede.
Se extrajeron osamentas durante la mañana cuyo análisis morfológico, que se inició en el mismo lugar, "seguirá el sábado 27 de julio", señaló en un comunicado la Santa Sede sin entregar detalles sobre los elementos encontrados.
Los análisis estuvieron a cargo del profesor Giovanni Arcudi (especialista en medicina legal designado por el Vaticano), en presencia de un experto nombrado por la familia Orlandi, según los protocolos reconocidos a nivel internacional", indicó la Santa Sede.
Este descubrimiento se añade a los intentos del papa Francisco de ayudar a la familia de Emanuela, una adolescente que desapareció del centro de Roma hace 36 años.
Por esto, familiares y representantes de la familia Orlandi fueron invitados a presenciar la inspección de los osarios descubiertos tras la exhumación hace una semana de unos restos solicitada por la familia, convencidos de que su hija se encontraba en ese lugar.
El misterioso caso, que dio la partida a todo tipo de teorías en la década de 1980 al involucrar a jerarcas de la iglesia y a la mafia siciliana, genera de nuevo interrogantes.
Cabe recordar que la familia Orlandi no quiere dejar de seguir ninguna pista, en un intento de descubrir qué le pasó a la niña de 15 años, ciudadana del Vaticano, de la que se desconoce su paradero.
"Queremos saber la verdad aún si es como arrojar sal a una herida abierta. No nos vamos a rendir", declaró Pietro Orlandi, hermano de la desaparecida.
Búsqueda continua
Una serie de anónimos llevaron a que el Vaticano autorizara la apertura de dos tumbas del cementerio alemán con la esperanza de encontrar algún rastro de la hija del funcionario del Vaticano.
Pero estaban vacías: ni rastro de Orlandi, pero tampoco de la princesa Sophie von Hohenlohe (fallecida en 1836) ni de Charlotte-Frederique de Mecklenburg (fallecida en 1840), que deberían estar enterradas allí.
Los expertos estiman que los restos de las dos princesas fueron trasladados durante las obras de remodelación realizadas en ese edificio entre los años 1970 y 1980.
El descubrimiento en un sótano de la edificación, pocos días después, de los dos osarios inspeccionados este sábado, lo confirmaría.
Pero para la familia Orlandi, los silencios del Vaticano sobre el caso han pesado a lo largo de tantas décadas, a pesar de la política de transparencia adoptada en los últimos años por el papa argentino.