El Grupo de Lima acordó este martes en Buenos Aires respaldar el informe sobre Venezuela emanado por la oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, anunciando que llevarán el texto a la Corte Penal Internacional (CPI).
En una declaración conjunta leída por el canciller argentino, Jorge Faurie, tras la reunión sostenida por el bloque en la capital trasandina, los países integrantes del grupo reiteraron su condena a "las sistemáticas violaciones a los derechos humanos perpetradas por el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro", las que quedaron consignadas en el documento de la ONU.
Es por eso que los cancilleres firmantes "hacen suyas las conclusiones y recomendaciones del mencionado Informe. Además, coinciden en la necesidad de que se establezcan, a la mayor brevedad, los mecanismos apropiados de seguimiento y de investigación en el Consejo de Derechos Humanos".
En este sentido, los miembros del Grupo de Lima "deciden remitir el mencionado informe a la oficina de la fiscal de la CPI a fin de que éste sea tenido en consideración en el curso de los procedimientos en la solicitud presentada por Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Paraguay y Perú en septiembre de 2018 y posteriormente refrendada por Costa Rica y Francia".
Del mismo modo, los firmantes instaron a que el informe de la oficina de Bachelet se discuta en el Consejo de Seguridad de la ONU y en organismos internacionales, agregando que el documento "no deja margen para que algunos países sigan apoyando al régimen ilegitimo de Maduro".
Más investigaciones
El canciller argentino también comunicó la decisión del Grupo de Lima de "apoyar las investigaciones y acciones sobre la participación de funcionarios y testaferros del régimen de Nicolás Maduro que los vincule con actividades ilícitas, (...) así como el amparo que otorgan a la presencia de grupos terroristas en territorio venezolano"
Este encuentro se produjo seis meses después de que Juan Guaidó se adjudicara las competencias del Ejecutivo como Presidente encargado del país sudamericano, hecho que Faurie celebró y recordó que la búsqueda de la democracia "no tiene plazo".
"El compromiso con la recuperación de la democracia y la libertad no tiene plazo, y la persistencia del Grupo de Lima en estos dos años, con 14 reuniones, muestra nuestro compromiso que es infatigable", subrayó.
Faurie, en nombre de los países del grupo, mantuvo la postura de no apoyar una intervención por la fuerza en Venezuela, afirmando que el compromiso pasa por "encontrar una solución pacífica", aunque no se mostró tan tajante como en otras ocasiones.
Otra de las áreas que investigarán es el "apoyo brindado al régimen de Nicolás Maduro por parte de Gobiernos y agrupaciones políticas de la región".
Asimismo el Grupo mostró el rechazo a la propuesta del Ejecutivo de Maduro para formar parte del Consejo para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, propuesta ante la que apostaron por que esa plaza en el organismo internacional sea ocupado por gente afín a Guaidó o por Brasil.
En esta reunión participaron representantes de Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana y Perú, además de altos representantes de los Gobiernos de Canadá, Honduras, Panamá, Paraguay y Santa Lucía. Asimismo, estuvieron presentes como observadores Ecuador y, por primera vez, El Salvador.
Guaidó, que intervino a través de una videoconferencia al inicio de la jornada, estuvo representado por su embajadora para Argentina, Elisa Trotta, y por el diputado Julio Borges.
La cita en Buenos Aires se realizó mientras en Barbados continúan las negociaciones entre Maduro y la oposición bajo la mediación de Noruega, tras rondas de diálogo en Oslo.
