Dos jóvenes turistas estadounidenses fueron detenidos por el asesinato de un carabinero vestido de civil en el centro de Roma, que provocó airadas reacciones en Italia, sobre todo porque en un principio los sospechosos fueron descritos como magrebíes.
Mario Cerciello, de 35 años, fue apuñalado por un joven que estaba siendo arrestado por el robo de una mochila el viernes de madrugada en un barrio acomodado cercano al Vaticano.
El caso generó conmoción en el país, y a la mañana siguiente se sucedieron los homenajes al carabinero, que acababa de regresar de su luna de miel, en Madagascar.
Invitado en un programa de televisión, el ultraderechista Matteo Salvini, ministro de Interior y hombre fuerte del Gobierno, prometió que los sospechosos, que fueron filmados por las cámaras de vigilancia, serían detenidos sin demora.
"Al parecer no son italianos, ¡qué sorpresa!", agregó, reclamando "trabajos forzados para siempre" para "esos bastardos".
Los internautas italianos se expresaron en el mismo tono, incluida una parte de la clase política, mientras que los medios italianos describieron a los sospechosos como magrebíes.
El jefe de político del Gobierno, Luigi Di Maio (Movimiento 5 Estrellas, antisistema), denunció un "acto vil contra el Estado", cuyos autores tendrán que "pagar su pena en su país".