Tras la importante explosión que afectó a la planta petrolera
ExxonMobil en
Houston,
Texas, el número de heridos incrementó con el transcurso de las horas, llegando así a
37 personas.
En un comienzo, la vocera de la compañía afectada, Sarah Nordin, señaló que estaban brindando ayuda médica a seis personas que resultaron afectadas de forma leve, pero, según indicó el gerente de la planta, Jason Duncan, el número de accidentados incrementó.
Además, puntualizó que "nuestra prioridad número uno, es
proteger a las personas de nuestra comunidad y quienes trabajan para nosotros", dijo Duncan, quien agregó que "como precaución, nuestro personal de higiene industrial realiza un monitoreo de la calidad del aire del sitio y en los alrededores".
Asimismo, señaló que las heridas que presentan las personas no son de mayor gravedad y que no ponen en peligro sus vidas. La mayoría de ellos presentan quemaduras menores.
Ninguno de ellos debió ser hospitalizado y el fuego fue aislado y contenido, según señaló el gerente de ExxonMobil.
La explosión provocó la alerta de todos los servicios de emergencia de Houston, y las autoridades emitieron una orden de resguardo para los residentes de las zonas aledañas, para evitar verse afectadas por la inmensa columna de humo que afectó a la zona.