El canciller de México, Marcelo Ebrard, dijo el lunes que el tiroteo en la ciudad estadounidense El Paso, fronteriza con la mexicana Ciudad Juárez, "es un acto de terrorismo contra mexicanos", tras confirmar la muerte de al menos ocho connacionales entre las 22 víctimas fatales reportadas.
"Consideramos que es un acto de terrorismo, en este caso efectuado en territorio de los Estados Unidos, pero de terrorismo contra mexicanos", dijo a periodistas Ebrard al referirse a la masacre durante una visita a El Paso.
Agregó que la fiscalía general de México ya está preparando una carpeta de investigación sobre este caso, que será el
primero de esta importancia en la historia del país sobre "terrorismo" contra mexicanos en territorio estadounidense.
"Definitivamente vamos a presentar un caso en contra de la venta y distribución de armas como el arma de asalto que segó la vida de los ochos mexicanos y mexicanas", aseguró Ebrard, sin descartar el pedido de extradición a México del atacante.
México ve "el racismo y la supremacía blanca como problemas serios en Estados Unidos", agregó el canciller y subrayó que el gobierno de su país "coincide" con la declaración más temprano del Presidente estadounidense Donald Trump, quien condenó esta ideología e instó a aplicar la "pena de muerte" para los autores de este tipo de ataques.
Por su parte, el Presiente de México, Andrés Manuel López Obrador, confió en que los tiroteos en Estados Unidos lleven a un mayor control de armas en ese país.
Sobre el trabajo de Ebrard, López Obrador recordó que tiene instrucciones precisas para primero atender a familiares de víctimas y heridos y proceder de conformidad con el derecho internacional para hacer las notas diplomáticas que requiere el caso y también proceder si hay elementos legales.
"Es mi opinión, pero creo que este tema va a ser debatido y analizado en Estados Unidos; va ser un tema de reflexión y de análisis y puede llevar a una modificación a sus leyes", apuntó el mandatario.
Estados Unidos vivió un trágico fin de semana con dos tiroteos masivos en menos de 24 horas, primero en El Paso, Texas, donde murieron al menos 22 personas, y luego en Dayton, Ohio, en el que fallecieron 9 más.