El Presidente Donald Trump defendió este viernes las redadas masivas que produjeron el arresto de 680 personas sin documentos en siete plantas de pollo del sureste de Estados Unidos, al afirmar que estas medidas funcionan como un disuasivo contra la inmigración ilegal.
"Quiero que la gente sepa que, si vienen a Estados Unidos ilegalmente, se van a ir", dijo Trump a periodistas. "Y esto sirve como un buen disuasivo". "Cuando la gente vea lo que vio (el miércoles), sabrán que no se van a quedar aquí", prosiguió en declaraciones en la Casa Blanca.
Las redadas del miércoles en seis ciudades de Misisipi desataron duras críticas luego de que la prensa local divulgara imágenes de los niños que quedaron solos al salir de la escuela, llorando y sin tener adónde ir ni qué comer.
El
fiscal general de Misisipi, Mike Hurst, quien dirigió las mayores redadas ejecutadas en un solo estado en la historia del país, también se defendió asegurando que los agentes se habían preocupado de que los niños fueran reunidos con sus padres.
"No tenemos conocimiento de que ningún niño en este momento esté sin sus padres como resultado de la operación", escribió el jueves por la noche en Twitter.
Entretanto, las plantas de procesamiento de pollo del área se encontraron con su personal dramáticamente reducido.
Koch Foods, con beneficios de 3.200 millones de dólares según Forbes, publicó en su página de Facebook que sostendrá el lunes una feria de trabajo, mientras PH Food, no pudo abrir sus puertas el jueves porque 80 de sus 100 trabajadores fueron detenidos en la redada, según la prensa local.
ICE informó el jueves que 300 de los detenidos fueron liberados, con tobilleras electrónicas y órdenes de acudir a un tribunal de migración para que un juez decida si procede la deportación.
También aseguró que 30 de ellos habían sido liberados por razones humanitarias, para que sus hijos no se quedaran solos.
Intención perversa
El jueves por la noche, el ex vicepresidente Joe Biden, primero en las encuestas de las primarias demócratas para las presidenciales de 2020, dijo que las redadas de ICE están "simplemente mal".
"¿Qué estamos haciendo?", se preguntó en un encuentro con latinos y asiáticos en Iowa. "Hay niños estadounidenses preguntándose si verán a sus padres otra vez".
Según la prensa local, muchos niños se encontraron sin tener dónde ir al salir de la escuela el miércoles. Al menos en la pequeña ciudad de Foster, los vecinos se ocuparon de ellos y los llevaron a un gimnasio cuyo dueño ofreció alojarlos temporalmente.
Fotos y videos mostraron a los niños llorando, tapándose la cara, consolándose entre ellos, sentados en el suelo con un pedazo de pizza sobre una servilleta.
"Gobierno, por favor, muestra que tienes corazón", dijo al canal local WJTV Magdalena Gómez, de 11 años, con la voz cortada por el llanto. "Necesito a mi papá y mi mami, mi papá no hizo nada, no es un criminal".
El alcalde de Jackson, Chockwe Lumumba, comentó en CNN este viernes que las redadas muestran la "ausencia de humanidad" y la "intención perversa" del Presidente, quien ha hecho de la lucha contra la inmigración ilegal uno de los pilares de su administración.
"Lo que vemos aquí no es un asunto democrático ni un asunto republicano", sostuvo, "sino un asunto de si tenemos alma como nación".
Ciento veintidós de los 680 detenidos eran de México, país con el que Trump alcanzó recientemente un acuerdo para poner coto a los cruces ilegales de inmigrantes, la mayoría provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Como resultado, en julio hubo 21% menos detenciones en la frontera sur respecto del mes anterior.
Han sido días de ansiedad para la comunidad latina. El fin de semana, un atacante mató a 22 personas en El Paso, Texas, luego de publicar un manifiesto racista donde prometía acabar con la "invasión" hispana. El atacante confesó a la policía este jueves que su objetivo eran los mexicanos.
En junio, Trump dijo en un tuit que iba a deportar a "millones de extranjeros ilegales".