Con una misa, familias en llanto y en presencia de todas las autoridades, Italia conmemoró este miércoles el primer aniversario del derrumbe del puente de Génova, que dejó 43 muertos, en una ceremonia empañada por la crisis política abierta desde la ruptura de la coalición gubernamental.
En la zona donde se produjo el drama, se celebró una misa, que empezó con la enumeración de los nombres de las 43 víctimas (entre ellas, tres chilenos), en presencia de cientos de sus allegados y también de todos los protagonistas de la inédita crisis que golpea el país.
El presidente
Sergio Mattarella, el único que tiene competencia para disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas; el ministro de Interior
Matteo Salvini (La Liga, ultraderecha), que rompió con sus socios y lleva desde el 8 de agosto reclamando nuevos comicios; su ex aliado en el gobierno
Luigi Di Maio, jefe del Movimiento 5 Estrellas (M5E, antisistema) y el jefe de gobierno
Giuseppe Conte, así como numerosos ministros asistieron a la ceremonia.
Tras el acto, una representante de los familiares de las víctimas prometió buscar la verdad y la justicia "para que lo que pasó no vuelva a producirse", mientras que el alcalde de Génova, Marco Bucci, y Conte, aseguraron que las autoridades seguían a su lado.
El 14 de agosto de 2018 a las 11:36 horas, bajo una intensa lluvia, una parte del puente Morandi, cuyo nombre proviene del arquitecto que lo creó en los años 1960, se hundió de forma repentina, arrastrando con él vehículos y pasajeros. En total, 43 personas perdieron la vida, entre ellas cuatro niños.
A esa misma hora, se observó este miércoles un minuto de silencio y las campanas en las iglesias de la ciudad repicaron, mientras ululaban las sirenas del puerto.
La ceremonia se celebró prácticamente debajo de donde se derrumbó la infraestructura, a unas decenas de metros del lugar en el que ya se está construyendo un nuevo puente, que debería estar terminado para la próxima primavera, según las autoridades.
"Espero que esta crisis gubernamental no comporte retrasos en la realización de esta importante infraestructura", declaró a la AFP Federico Romeo, alcalde del barrio en el que se produjo la tragedia.
"Tres navíos"
El nuevo puente será construido por un consorcio de varias empresas italianas a partir de un proyecto de Renzo Piano, el célebre arquitecto genovés, creador, entre otros, del Centro Pompidou de París o del rascacielos The Shard de Londres.
"Son tres navíos que se alzan hacia el cielo y se unen para formar una estructura única de más de un kilómetro de longitud", explicó Piano este miércoles en el diario La Repubblica. "Se tiene que hacer rápido (...) pero se tiene que tomar el tiempo necesario. Vigilemos en no caer en la precipitación", advirtió.
A la espera de este nuevo puente, indispensable para cruzar rápidamente esta ciudad de más de 580.000 habitantes,
la batalla judicial sobre el que se derrumbó sigue su curso.
Por un lado, el principal acusado, la empresa Autostrade per l'Italia (ASPI), concesionaria del viaducto y propiedad de la familia Benetton, y por otro, las familias de las víctimas y numerosos responsables políticos (sobre todo del M5E), que consideran que el puente se hundió por su mal mantenimiento y acusan a ASPI de haber privilegiado sus beneficios en detrimento de la seguridad de los usuarios.
El miércoles, por pedido de los allegados de las víctimas, los dirigentes de ASPI, invitados a la ceremonia por el alcalde de Génova, abandonaron el lugar poco antes del inicio de la misa.
Los juicios se anuncian complicados: l
a investigación afecta a 71 personas, incluyendo directivos de empresas del grupo Benetton y responsables de distintas administraciones; más de 100 abogados, 120 expertos judiciales, 75 testigos y toneladas de documentos y de pruebas físicas.
El caso del puente es uno de los asuntos que crispó las relaciones entre La Liga y el M5E. Esta última formación quería terminar cuanto antes con todas las concesiones en manos de ASPI, pero luego dieron marcha atrás por las posibles demandas de indemnizaciones que hubiera podido enfrentar la administración si rompía el contrato. La Liga, en cambio, próxima a los círculos industriales del norte, se mostró cauta.