La tranquilidad, con contadas tensiones aisladas, fue la protagonista absoluta del día de manifestaciones que vivió hoy
Hong Kong y que tendrá mañana su plato fuerte con una concentración prodemocrática que se espera sea masiva.
Las únicas tensiones destacables fueron las creadas por un grupo de un centenar de manifestantes que decidieron apostarse frente a una comisaría, aunque el desafío a los antidisturbios desplegados se resolvió rápidamente y sin escenas violentas.
Algunos lanzaron huevos y, en un momento dado, tiraron en dirección a los agentes una papelera desde una pasarela peatonal, pero la tensión duró pocos minutos.
Por la mañana, unos 22.000 profesores, según el convocante Sindicato de Profesores Profesionales de Hong Kong, marcharon hacia la residencia de la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, bajo el lema "Protejamos a la siguiente generación, dejad que hable nuestra conciencia", en apoyo a los jóvenes manifestantes que han liderado las protestas desde hace once fines de semana.Por la tarde, y con "Reclamemos nuestras tierra, restauremos nuestra paz" como leitmotiv, una manifestación trató de llamar la atención sobre el masivo influjo de tours de compras de chinos de la parte continental del país que, dicen los convocantes, alteran la normalidad de sus barrios.
Aunque inicialmente la protesta fue prohibida por la policía, los organizadores lograron la autorización para proceder siempre que cambiaran la ruta inicialmente propuesta.
El último acontecimiento en comenzar, al otro lado del puerto, fue un mitin convocado por un grupo de apoyo al Gobierno de Hong Kong y de Beijing llamado "Protege Hong Kong", en el que se cantó el himno de China y se oyeron eslóganes como "¡Salvad Hong Kong!" o "¡Proteged la ley!"
Entre las siete peticiones emitidas en el mitin estaban la de terminar con la violencia, no molestar a la gente y mantener el imperio de la ley.
En declaraciones a los periodistas allí presentes, el milmillonario y presidente de la empresa Wheelock&Co Peter Woo Kwong-ching dijo: "La violencia da mucho miedo. Si uno se calla en vez de manifestarlo, solo habrá más violencia".
Los organizadores dijeron que habían acudido 476.000 personas, mientras que la policía estimó 108.000.
Así, por el momento, el undécimo fin de semana consecutivo de protestas en Hong Kong ha comenzado sin mayores altercados, aunque mañana se espera una marcha multitudinaria en el parque más grande de la ciudad.
Las protestas en Hong Kong comenzaron en marzo frente a la iniciativa de las autoridades locales de promulgar una ley de extradición que, según sus opositores, podría servir para que disidentes políticos y sectores críticos con el régimen comunista fueran llevados a China para ser juzgados sin garantías.
Bajo la fórmula "Un país, dos sistemas", Beijing se comprometió a mantener la autonomía de Hong Kong y a respetar una serie de libertades de las que no gozan los ciudadanos de la China continental hasta 2047, tras recuperar la soberanía del territorio de manos británicas en 1997.
Las manifestaciones movilizaron a cientos de miles de personas a partir de junio y han estado acompañadas de represión policial para aplacar los intentos de los manifestantes de afectar el curso normal de la ciudad con huelgas y ocupaciones de edificios oficiales, comisarías, estaciones de metro o el aeropuerto.
A pesar de que la polémica propuesta de ley de extradición fue declarada "muerta" por las autoridades hongkonesas a principios de julio, los manifestantes han sumado una serie de demandas al Gobierno local para mejorar los mecanismos democráticos de la ciudad.