La justicia de El Salvador absolvió este lunes a Evelyn Hernández, acusada por la muerte de su bebé al dar a luz, en un caso emblemático en un país con una severa legislación contra el aborto.
"¡Absuelta!!!, sí se pudo", escribió en Twitter la abogada Bertha María Deleón, del equipo que defendió a Hernández, de 21 años, para quien la Fiscalía había pedido una condena de 40 años.
Luego de revelarse el fallo, un centenar de mujeres que clamaban por justicia frente al tribunal estallaron en alegría coreando: "¡Alerta, alerta, alerta que camina la lucha feminista por América Latina!".
"Gracias a Dios se hizo justicia. También les doy las gracias a ustedes que han estado aquí presentes", les dijo Hernández al salir del Centro de Justicia de Ciudad Delgado, en la periferia noreste de San Salvador, donde se llevó a cabo el juicio.
Tras el fallo del juez José Jurado Martínez, los fiscales se retiraron del tribunal sin ofrecer declaraciones a la prensa. La fiscalía tiene 10 días de plazo para apelar la decisión.
La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara, dijo en un comunicado que "esta es una victoria rotunda para los derechos de las mujeres en El Salvador".
La organización pidió al Estado salvadoreño poner fin a "la vergonzosa y discriminatoria práctica de criminalizar a las mujeres", derogando "las normas draconianas antiaborto".
Hernández había sido condenada en julio de 2017 a 30 años de cárcel por los mismos hechos, pero la sentencia fue anulada en febrero de este año por la sala penal de la Corte Suprema de Justicia.
"Fue duro todo el tiempo que estuve dentro", expresó la joven, al aludir a los 33 meses que purgó en la cárcel tras su primera sentencia.
"No había delito"
"Hoy tenemos una evidencia más de que no había delito alguno, que no había nada que perseguir", declaró el abogado del Instituto de Derechos Humanos de la jesuita Universidad Centroamericana (IDHUCA), Arnau Baulenas, a la salida del tribunal quien lamentó que muchos casos de mujeres en El Salvador se judicialicen "por convicciones religiosas".
El caso de Hernández se remonta al
6 de abril de 2016, cuando la joven tuvo un
"parto extrahospitalario" en una letrina. Luego, al llegar a un hospital de la oriental ciudad de
Cojutepeque, quedó detenida y acusada de homicidio agravado.
El parte del Instituto de Medicina Legal no fue concluyente sobre lo ocurrido, aunque la defensa está convencida de que el bebé nació muerto porque aspiró meconio, el primer excremento que, al ser expulsado dentro del vientre, causa daño al feto.
En respuesta a un recurso de casación de la defensa, la Corte Suprema de Justicia anuló en octubre pasado la sentencia de 30 años de prisión por homicidio agravado por "falta de fundamentación e infracción a las reglas de la sana crítica" en las pruebas presentadas.
Tras esa contundente resolución, la Corte ordenó en febrero pasado la libertad de la joven y la apertura de un nuevo juicio con un tribunal diferente.