Biarritz blindado: El intenso operativo de seguridad para proteger la cumbre del G7 en Francia
Unos 13.200 efectivos policiales serán desplegados en todo el balneario para prevenir cualquier hecho que pueda alterar el funcionamiento de la reunión.
El glamuroso balneario francés de Biarritz, uno de los destinos predilectos de la realeza europea y más recientemente de los surfistas, se prepara para acoger la cumbre anual de las potencias del G7 con un dispositivo de seguridad excepcional.
Por lo general, a finales de agosto, en plena temporada alta, la Grand Plage de Biarritz está repleta de turistas y, sobre todo, surfistas, que acuden en masa a la zona para desafiar a las olas del Atlántico.
Pero para la cumbre del G7, que se celebrará del 24 al 26 de agosto, los veraneantes tendrán que buscar otro destino, ya que el centro de la ciudad estará totalmente acordonado para recibir a líderes como Donald Trump, Boris Johnson o Angela Merkel, además de gobernantes invitados como Sebastian Piñera.
Un total de 13.200 policías y gendarmes, apoyados por militares, serán desplegados para garantizar la seguridad durante la cumbre, anunció el martes el ministro del Interior, Christophe Castaner, desde Biarritz. "No toleraremos ningún desbordamiento. Si sucede, responderemos", advirtió.
El ministro detalló que las fuerzas militares se encargarán de proteger el espacio aéreo y marítimo y de efectuar las misiones de contraterrorismo. Asimismo, más de 450 bomberos y trece equipos móviles de emergencias y reanimación también formarán parte del despliegue con el fin de hacer frente a una eventual triple amenaza terrorista, de altercados públicos y cibernética.
13.200agentes estarán trabajando en la zona
El acceso a la Grande Plage, sobre la que se encuentra el Hôtel du Palais, donde se reunirán los dirigentes de los siete países del G7 -Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Japón, Italia y Canadá- estará prohibido.
Del mismo modo, el aeropuerto y la estación de trenes de Biarritz, así como la de Bayona, permanecerán cerrados durante la cumbre. También se desplegará un sistema capaz de derribar a cualquier dron.
"No puedo ni cruzar la calle"
Los biarrotas, para quienes la afluencia de turistas en agosto es una de sus principales fuentes de ingreso, temen que la reunión tenga un impacto negativo sobre sus actividades.
"No tenemos información, no sabemos realmente lo que nos depara, pero lo que sí sabemos es que va a ser muy complicado, especialmente para los proveedores", comenta Marie Moreau, empleada en un café en el centro de Biarritz.
Durante la cita se instalarán dos perímetros de seguridad. Una "zona roja", la más estricta, que incluye la playa y el Hôtel du Palais, cuyo acceso estará prohibido a toda persona que no esté acreditada para la cumbre.
El resto del centro de la ciudad estará en "zona azul". Para circular en ésta, los comerciantes y residentes deberán llevar consigo una tarjeta de identificación, que deberán solicitar previamente al ayuntamiento.
"Vivo en la zona azul, pero al otro lado de mi calle, donde está la alcaldía, es zona roja. O sea que no podré ni cruzar la calle", lamenta Jacques Larre, un residente de este balneario a 20 kilómetros de la frontera con España.
La contracumbre
Las autoridades han prohibido cualquier manifestación durante toda la cumbre, no sólo en Biarritz, sino también en las ciudades vecinas de Anglet y Bayona.
Así, los activistas anti-G7 no podrán acercarse al Hôtel du Palais. Unas 80 organizaciones y asociaciones celebrarán una contracumbre en la frontera franco-española, en Hendaya (Francia) e Irún (España), en la que se espera 12.000 participantes.
El 24, primer día de la cumbre, los "anti-G7", entre los cuales figuran altermundialistas, ecologistas o ultraizquierdistas, prevén una gran manifestación en Hendaya, y al día siguiente planean manifestaciones en localidades cercanas a Biarritz.
El ministro del Interior, Christophe Castaner, inspecciona Biarritz.
"Actuaremos con calma y determinación, no dañaremos nada, no nos excederemos", aseguró Aurélie Trouvé, del grupo Alternatives G7, en una conferencia de prensa en Hendaya a mediados de agosto.
En esa línea, el Gobierno francés subrayó que efectivos de la Guardia Civil española, la Policía Nacional y la Ertzaintza (Policía de la comunidad autónoma española del País Vasco), cuya cifra no precisó, garantizarán el orden público en las manifestaciones organizadas en territorio de España, reforzarán el control de la frontera y están colaborando también en materia de inteligencia.
"Esta cooperación es importante para anticipar y prevenir la organización de potenciales concentraciones violentas", dijo el ministro Castaner, quien destacó que "España desempeña un rol clave en la seguridad de esta cumbre y su apoyo es capital".