El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desistió del plan de recortar hasta 4.000 millones de dólares de los fondos asignados para ayuda extranjera, dijo el Departamento de Estado el viernes, frente a la oposición de ambos partidos del Congreso.
El Mandatario optó por no seguir adelante con "una propuesta de anulación de fondos asignados para el Departamento de Estado y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)", dijo un funcionario del Departamento de Estado a la AFP.
La Oficina de Administración y Presupuesto escribió al Departamento de Estado y a la USAID anunciando que congelaría los fondos para programas que van desde operaciones de mantenimiento de la paz y la salud hasta operaciones antidrogas, para el año fiscal restante que termina el 30 de septiembre.
Esto provocó un coro de disidencia entre los congresistas demócratas y republicanos, que dijeron en una carta conjunta dirigida a Trump que el dinero era "esencial para promover el liderazgo global de Estados Unidos y proteger a los estadounidenses".
Hablando en Ottawa el jueves, el secretario de Estado, Mike Pompeo, no rechazó las propuestas para recortar su presupuesto.
"Lo que siempre he dicho con respecto a cada centavo que gasta el Departamento de Estado, incluido nuestro presupuesto de asistencia extranjera, es que tenemos que hacerlo bien", dijo Pompeo.
"Tenemos que asegurarnos de que lo estamos utilizando de manera efectiva, de que los intereses estadounidenses están representados en la forma en que gastamos ese dinero", agregó.
La vocera del departamento de Estado, Morgan Ortagus, dijo que se cumplirá con la "directiva del Presidente".
Sin embargo, según los medios estadounidenses, Pompeo actuó tras bastidores para convencer a Trump de que desistiera del recorte.
"Como parte de las discusiones, acordamos continuar evaluando nuestro programa y redirigir todos los fondos que no respalden directamente nuestras prioridades", dijo un funcionario del Departamento de Estado.