El representante especial estadounidense para los esfuerzos de paz, Zalmay Khalilzad.
Reuters.
La novena ronda de negociaciones entre EE.UU. y los talibanes concluyeron en el "umbral del acuerdo" tras diez días de negociaciones y después de que los insurgentes emprendieran una ofensiva violenta en el norte de Afganistán en la que murieron al menos 80 personas, informaron hoy las partes.
"Estamos en el umbral de un acuerdo que reducirá la violencia y abrirá la puerta para que los afganos se sienten juntos a negociar una paz honorable y sostenible, para un Afganistán unificado y soberano que no amenace a Estados Unidos, a sus aliados ni a ningún otro país", publicó en Twitter el representante especial estadounidense para los esfuerzos de Paz, Zalmay Khalilzad.
El diplomático, que ha encabezado la delegación norteamericana en los encuentros celebrados en Doha, confirmó con esto el fin de esta ronda y anunció su viaje en "las próximas horas" a Kabul para llevar a cabo consultas.
El portavoz de la oficina política de los insurgentes en Qatar, Suhail Shaheen, confirmó también a través de la misma red social el fin de la novena ronda de reuniones que fue completada, dijo, "con éxito a altas horas de la noche" del sábado.
"Les aseguro a nuestra nación Muyahid y musulmana que estamos a punto de terminar con la ocupación y solución pacífica a la guerra de Afganistán", afirmó en su mensaje.
La organización insurgente explicó que aunque la novena ronda de conversaciones terminó oficialmente anoche, todavía quedan algunos "problemas técnicos" en el acuerdo que serán discutidos y resueltos por los equipos en un nuevo encuentro previsto para hoy a las 14.00 horas de Qatar (11.00 GMT).
"Aunque finalizó la novena ronda de conversaciones, quedan algunos problemas técnicos, necesitamos encontrar soluciones (...) en coordinación con el equipo técnico estadounidense", indicó el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid.
El vocero aclaró que esta discusión técnica "no es parte de las negociaciones principales entre los equipos de negociación, sino que están separadas de las negociaciones principales".
La declaración de las partes de un inminente acuerdo llega justo después de que los talibanes hicieran una muestra de fuerza en el norte de Afganistán para intentar, sin éxito, controlar la estratégica ciudad de Kunduz.
El asalto masivo, que incluyó un atentado suicida y la infiltración de cientos de comandos talibanes al corazón de la ciudad, mantuvo por casi 24 horas a la capital provincial bajo fuertes enfrentamientos y ataques aéreos en los que murieron al menos 80 personas.
Si bien un pacto entre EE.UU. y los talibanes no significa la instalación de la paz en Afganistán, esto allanaría el camino para que el Gobierno de Kabul y los insurgentes se sienten en la mesa a discutir un acuerdo permanente que ponga fin a casi dos décadas de guerra.
La firma de un acuerdo entre Washington y los talibanes tiene como punto clave la retirada de las tropas internacionales del suelo afganos.
