"Mayday! Conception, al norte de Santa Cruz. ¡No puedo respirar!", se escuchó en la radio de la Guardia Costera. Eran las tres de la madrugada del lunes, la mitad de la noche. El barco ardía en llamas con 34 personas que habían planificado una excursión de buceo, y el capitán estaba desesperado.
El Conception, una embarcación de 22 metros con 40 camas en su interior, se hundió en las profundidades de las aguas costeras de California a las 7:20 de la mañana del lunes. El barco quedó bocabajo, por lo que el trabajo de los submarinistas fue peligroso incluso desde cuando había esperanzas de encontrar tripulantes con vida.
"No es una decisión fácil, pero hemos cambiado de una operación de rescate a una operación de recuperación de cuerpos", dijo horas más tarde la capitana de la Guardia Costera, Monica Rochester.
Habían recuperado
20 cadáveres: 11 mujeres y 9 hombres. Solo cinco personas lograron sobrevivir tras saltar del barco en los primeros minutos del incendio. Estaban despiertas, a diferencia de los demás.
Tenían dos posibles salidas: la escalera de caracol en la parte delantera y la escotilla de emergencia a la que se accedía desde una de las literas. Los cinco salieron por allí y se lanzaron a una lancha mecánica.
Bob y Shirley Hansen dormían en su bote "The Grape Escape" cuando se despertaron por los golpes en el casco, según contaron a The New York Times. Era la tripulación del Conception.
Cuando salieron vieron "el otro barco completamente envuelto en llamas de punta a punta", según publicó el diario El País, de España. "Podíamos ver el fuego saliendo por las ventanillas, había pequeñas explosiones, no estás preparado para eso", dijo Hansen. "Era horroroso. No había nada que pudiéramos hacer".
Según las autoridades, si se confirma que el resto de los tripulantes también murieron, se trata de una de las peores tragedias marítimas en Estados Unidos en lo que va de este último siglo.
Las últimas llamadas
Tras el llamado de emergencia, un miembro de la tripulación de The Grape Escape llamó a la Guardia Costera. Solo se oye la voz del operador, pero no las contestaciones. Las preguntas publicadas por El País dan una idea de la conversación:
-Su barco está ardiendo, ¿es correcto? - dice el operador.
-Hay 33 personas en el barco que está ardiendo ¿no pueden salir?
-¿Están encerrados en el barco?
-¿Puede volver al barco y abrir las puertas para que puedan salir?
-¿No hay ninguna escotilla para que pueda escapar la gente?.
Había 39 personas a bordo del Conception: 6 tripulantes y 33 pasajeros. La mayoría vivía en Santa Cruz y San José. Hacían una excursión de buceo de tres días que había empezado el sábado y debía volver a puerto el lunes por la tarde tras recorrer las Islas del Canal, un Parque Nacional.
Sobre los momentos previos a la tragedia solo se sabe que la noche anterior habían celebrado los cumpleaños de tres pasajeros. Entre ellos, una chica de 17 años que estaba en el barco con sus padres.
La capitana de la Guardia Costera, Monica Rochester, confirmó que la embarcación tenía todo en regla y permiso para operar. La compañía que opera el barco, Truth Aquatics, tiene cuatro décadas de experiencia haciendo tours por la costa de Santa Bárbara y es una de las más respetadas de su sector.
Los tripulantes que sobrevivieron están colaborando con las autoridades, pero no trascendió su versión de lo que ocurrió. Los investigadores no avanzaron en ninguna hipótesis sobre el origen del fuego.