El Gobierno federal de Brasil pretende disminuir en un 10% el presupuesto destinado al Ministerio de Medio Ambiente en 2020 y en un 34% los recursos para prevención y control de incendios forestales, en relación con el financiamiento propuesto el año pasado con miras a 2019. Así lo consignó este miércoles el periódico local O Globo, en medio de la controversia por las llamas que consumen la Amazonía.
Según este medio, el Ejecutivo de Jair Bolsonaro propondrá un presupuesto de 561 millones de reales (US$136,3 millones apróximadamente) para la cartera de Medio Ambiente, menos que los 625 millones de reales (cerca de US$151,9 millones) autorizados en 2018.
Respecto al gasto destinando a la prevención y control de incendios forestales, la propuesta del Gobierno consigna una caída desde
45,5 millones de reales a 29,6 millones (alrededor de US$11 millones a poco más de US$7,1 millones), entre un año y otro.
"Con 29 millones de reales previstos, el monto a ejecutar durante el año será aún menor, porque siempre hay contingencia. Esto agrava la situación y pone en riesgo el cronograma de medidas preventivas, que son campañas de comunicación y educación ambiental en los municipios más vulnerables al fuego", afirmó un funcionario del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama) a O Globo, bajo condición de anonimato.
Desde el inicio de su gobierno, Bolsonaro ha puesto distintas trabas a las organizaciones protectoras del medio ambiente en beneficio del desarrollo de la industria agrícola.
Reuters denunció la semana pasada que el líder está debilitando a la Ibama, la agencia encargada de proteger la mayor selva tropical del planeta. Basado en entrevistas con varios empleados y ex empleados, la agencia afirmó que el Mandatario considera al organismo como un impedimento para el desarrollo económico del país.
Desde que Bolsonaro asumió el poder - el 1 de enero - los recursos destinados al Ibama se ha reducido en un 25%. Y, de acuerdo con la investigación, los fondos para el control y la prevención de los bosques han sido disminuidos hasta un 23% por la actual administración.