Bajando un poco en tono en comparación a los dichos del Presidente
Jair Bolsonaro, la cancillería de Brasil también rechazó el informe presentado este miércoles por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU,
Michelle Bachelet, y afirmó que existen "inexactitudes" y "errores" en los datos expuestos en el documento.
En un comunicado, el ministerio de Relaciones Exteriores del gigante sudamericano expresó que "el Gobierno brasileño recibió con indignación las declaraciones de prensa" de la ex Mandataria, asegurando que "no es la primera vez que la Alta Comisionada ha hablado de Brasil sin tener en cuenta la verdad objetiva".
"Brasil se enorgullece de la solidez y resistencia de su democracia. En los más de treinta años transcurridos desde la promulgación de la Constitución Federal de 1988, el país ha demostrado una notable estabilidad institucional, lo que le ha permitido llegar a juicios severos contra la corrupción, como 'Mensalão' o 'Lava Jato'", añade el escrito.
La cancillería brasileña destaca además que Bolsonaro fue elegido democráticamente, con más de 57 millones de votos, teniendo como uno de sus grandes objetivos el garantizarle a la población "su pleno ejercicio del derecho a la vida, la seguridad, la integridad física y la propiedad", por lo que el respaldo al actuar policial "es un componente fundamental de este proyecto".
"Solo en los primeros cuatro meses de 2019, las tasas de homicidio intencional y asesinato en Brasil cayeron un 21,2%, según el Sistema de Seguridad Nacional Público. Las medidas adicionales con respecto a la posesión de armas de fuego, bajo el examen de las instituciones competentes, son parte del contexto de fortalecimiento de la capacidad de los brasileños para prevenir y defenderse contra la violencia y la inseguridad", complementa.
La oficina comandada por Ernesto Araújo acusa también que existe una "inexactitud grave" de la ONU sobre la supuesta reducción del espacio democrático en Brasil, señalando que "el espacio cívico y democrático está vivo y expandiéndose".
Por otro lado, la cancillería afirmó que Bachelet cometió "errores de hecho" al criticar la forma de actuar del gobierno de Bolsonaro contra los incendios forestales que azotan la Amazonía, indicando que dichos episodios "son fenómenos estacionales, frecuentes durante la estación seca", y que actualmente hay 43.000 efectivos militares combatiendo estos siniestros junto a 250 vehículos y 11 aviones.
"Es sorprendente que la atención desproporcionada e injustificada prestada a Brasil en el diálogo del Alto Comisionado con la prensa. En un momento en que, por ejemplo, Venezuela está experimentando una crisis humanitaria sin precedentes que afecta a toda la región, la Alta Comisión debe centrar sus esfuerzos en abordar los problemas más apremiantes, evitando precipitaciones, falsedades y conceptos erróneos al comentar sobre la política interna. de un país democrático como Brasil, donde los tres poderes operan en absoluta independencia y el estado de derecho completo está en vigor", concluye el comunicado, junto con ofrecer "cualquier información pertinente para evitar malentendidos" con el organismo presidido por la ex Mandataria.
La polémica en cuestión surgió luego de que Bachelet denunciara "una reducción del espacio democrático" en Brasil durante el último tiempo, como también un aumento en la cantidad de muertos a manos de la policía y la "explotación ilegal de recursos naturales".
En respuesta, el Presidente Bolsonaro replicó que "si no fuera por el personal de (Augusto) Pinochet, que derrotó a la izquierda en 1973, entre ellos a su padre, hoy Chile sería una Cuba", generando una ola de reacciones en rechazo.