La oposición británica pensará este fin de semana si acude a la Justicia en caso de que el Primer Ministro del Reino Unido, el conservador, Boris Johnson, se niegue a solicitar a la Unión Europea (UE) una prórroga del "brexit", como establece una nueva ley.
El jefe del Gobierno ha dejado claro que preferiría estar "muerto en una zanja" antes que pedir un retraso de la salida del Reino Unido de la UE, fijada para este 31 de octubre, en caso de que no haya un acuerdo entre Londres y Bruselas para el 19 de ese mes.
La crisis por el "brexit" se ha profundizado, después de que la oposición tomara esta semana el control de la agenda parlamentaria, reservada siempre al Ejecutivo, y consiguiera tramitar una ley que veta un "divorcio" duro de la UE.
Ante el temor de que Johnson no acate la nueva legislación, lo que implicaría que podría ser procesado, algunos diputados de la oposición, incluidos conservadores "rebeldes" furiosos con la estrategia de Johnson, preparan medidas legales, según la BBC.
El diputado independiente Dominic Grieve, proeuropeo expulsado del grupo parlamentario conservador por Johnson, declaró hoy a esa cadena que el Premier se está comportando como un "niño malcriado", con "rabietas" de un menor de 4 años, y resaltó que, si no cumple con la ley, puede incluso ir a la cárcel.
El diputado "tory" David Lidington, ex "número dos" del Gobierno de Theresa May, declaró a esa misma cadena que no cree que el Primer Ministro llegue a incumplir la ley y dijo que este le pidió que le dejen negociar un acuerdo en el Consejo europeo del 17 de octubre.
"Básicamente, él me dijo, por favor dame (tiempo) hasta el Consejo europeo para llegar hasta allí y negociar un acuerdo", agregó Lidington.
La nueva legislación, que recibirá la sanción de la jefa de Estado, la Reina Isabel II, el lunes, fue introducida en la Cámara de los Comunes por el diputado laborista Hilary Benn.
Esa pieza legislativa establece que el Primer Ministro tiene hasta el 19 de octubre para aprobar en el Parlamento un eventual acuerdo con la UE y, en caso contrario, deberá pedir a la Unión un retraso del "brexit" de tres meses, hasta el 31 de enero de 2020.
Si la UE propone una fecha distinta para la prórroga, entonces Johnson tendrá dos días para aceptarla.
La oposición también le ha cortado a Johnson la posibilidad de convocar elecciones generales anticipadas el próximo 15 de octubre, después de que esa propuesta fuese rechazada el miércoles por la Cámara de los Comunes, que tenía que dar luz verde para esa cita con las urnas.
Johnson está empeñado en convocar comicios porque se siente seguro de ganarlos, lo que le permitiría consumar el "brexit" con o sin acuerdo este octubre, más de tres años después de que los británicos votasen en un referéndum a favor de la salida de la UE.
Los laboristas, los liberaldemócratas, los diputados del Partido Nacionalista Escocés (SNP) y los galeses nacionalistas del Plaid Cymru acordaron ayer no apoyar la propuesta electoral de Johnson cuando sea votada otra vez el lunes en la Cámara de los Comunes.
Como se trata de un adelanto de comicios, Johnson necesita el respaldo de dos tercios de los Comunes.
Esa votación tendrá lugar antes de que el Parlamento quede suspendido el próximo martes o miércoles hasta el 14 de octubre, cuando el Ejecutivo presentará un nuevo programa legislativo.
El líder conservador pidió el 28 de agosto permiso a la Reina Isabel II para suspender las sesiones parlamentarias, prerrogativa que ha enfurecido a la oposición y también a diputados de su misma formación, que la interpretaron como una clara determinación del Premier de llevar al país a un "brexit" sin acuerdo, con consecuencias económicas para el país.
Johnson, que llegó al poder en julio tras la dimisión de Theresa May, expulsó de su partido, como medida de castigo, a los veintiún diputados conservadores que votaron a favor de hacerse con el control de la agenda parlamentaria.