El regulador nuclear de Japón dijo este miércoles que planea investigar de nuevo el desastre de Fukushima, en el que tres reactores de una planta de energía atómica, operada por Tokyo Electric Power, se derrumbaron después de un terremoto y un tsunami en marzo de 2011.
El desastre ocurrido hace ocho años provocó la explosión y el derrumbe de los tres reactores de la central nuclear de Fukushima Daiichi, al norte de Tokio, que provocaron una radiación que llevó a evacuar a 160.000 personas, muchas de las cuales nunca regresaron.
En su investigación, la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA por sus siglas en inglés) intentará determinar por dónde se está filtrando la radiación de las vasijas de contención de los reactores dañados, señaló en un documento.
También examinará los sistemas de enfriamiento instalados para evitar el sobrecalentamiento del combustible fundido en los reactores.
Tokyo Electric Power (Tepco) dijo que estaba preparada para ayudar. "Si nos lo piden en el futuro, nos gustaría cooperar proactivamente en la investigación, brindando los datos necesarios", señaló un portavoz.
El desastre condujo al cierre de todos los reactores japoneses, que antes del accidente habían suministrado cerca del 30 por ciento de la electricidad de la tercera economía más grande del mundo.
Desde entonces, varias investigaciones han analizado uno de los peores desastres nucleares del mundo después de Chernobyl, en 1986.
Uno de esos estudios llegó a la conclusión de que Fukushima "fue un desastre de gran magnitud provocado por el hombre, que podría y debería haber sido previsto y prevenido, y sus efectos podrían haber sido mitigados a través de una respuesta más eficaz".
En 2016, el Gobierno estimó el costo total del desmantelamiento de la planta, de la descontaminación de las zonas afectadas, y de la compensación, en 199.000 millones de dólares, lo que equivale aproximadamente a una quinta parte del presupuesto anual del Japón.