Los tres principales precandidatos presidenciales demócratas chocaron este jueves en temas como la atención médica, la inmigración y el legado del ex Presidente Barack Obama, durante un intenso debate en el que Joe Biden enfrentó enérgicamente a sus rivales liberales Elizabeth Warren y Bernie Sanders.
"Esto es Estados Unidos", declaró Biden, quien marcha como favorito en esta etapa inicial, antes de calificar a Sanders de "socialista".
Los principales aspirantes demócratas a la Casa Blanca se enfrentaron por primera vez junto a otros siete precandidatos que se encuentran ante una intensa presión para que abandonen la contienda interna.
A la hora de la verdad, pese a algunos ataques puntuales contra Biden, los candidatos sortearon el debate sin arriesgar y ninguno logró sobresalir por encima del resto, con el exvicepresidente de Barack Obama ileso pese a sus ya habituales despistes.
Atención médica
Sanders y Warren, los más izquierdistas, mantuvieron su pacto tácito de no agresión con el que van de la mano en el tema de la salud, el que más preocupa al electorado demócrata y para el que proponen un rompedor sistema público conocido como "Medicare for all" que entierre el jugoso negocio de los seguros privados.
"Nunca he conocido a nadie que le guste su aseguradora", dijo Warren en respuesta al resto de los demócratas, que defienden expandir el sistema público vigente pero sin hacerlo universal.
Pese a que la salud ocupó los primeros 45 minutos de un debate que volvió a durar casi tres horas, fue el empresario Andrew Yang, el único sin experiencia política previa, quien atrajo el protagonismo nada más empezar.
El protagonismo de Andrew Yang
Yang dijo que regalará 1.000 dólares al mes durante los próximos 12 meses -hasta las elecciones- a diez familias estadounidenses, será una cata del plan estrella ya conocido del empresario: que el Gobierno gire 1.000 dólares al mes a todos los mayores de 18 años con independencia de si tienen o no trabajo.
La senadora Amy Klobuchar respondió al anuncio con notoria burla mientras que el alcalde de South Bend (Indiana), Pete Buttigieg, también ironizó con la propuesta de Yang, al que el resto de candidatos no parece tomarse en serio pese a que ocupa la sexta posición en intención de voto.
Relaciones exteriores
La guerra de Afganistán, la más larga que ha librado nunca EE.UU., es la principal preocupación internacional y con la visión extendida de que ha llegado el momento de retirar las tropas.
"Lo que estamos haciendo en Afganistán no está ayudando a la seguridad en Estados Unidos, a la seguridad en el mundo o a la seguridad en Afganistán. No podemos pedir a nuestros militares que sigan resolviendo problemas que no se pueden resolver militarmente", manifestó Warren.
Respecto a Venezuela, Sanders calificó a Nicolás Maduro como "tirano" y dijo que hay que ejercer presión internacional para que se convoquen "elecciones libres".
Mientras que el exministro de vivienda y único latino en las primarias, Julián Castro, calificó de "dictador" a Maduro, y propuso un programa temporal de alivio migratorio conocido como TPS para los venezolanos en Estados Unidos.
Castro también planteó un "Plan Marshall del siglo XXI" para los países del Triángulo Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala), así como un renovado foco sobre América Latina.
Todos arremetieron sin piedad contra el Presidente Donald Trump
El senador Cory Booker, de Nueva Jersey, dijo que Trump es un racista. Mientras que el exrepresentante Beto O'Rourke, de Texas, afirmó que el Mandatario es un supremacista blanco. Por otro lado, la senadora Kamala Harris, de California, aseguró que los mensajes de odio difundidos por Trump en las redes sociales dotaron de "la munición" a las recientes masacres a tiros.
"Presidente Trump, usted se ha dedicado de tiempo completo en los últimos dos años y medio a sembrar el odio y la división entre nosotros, por eso no hemos logrado hacer nada", declaró la senadora Harris.
La contienda interna demócrata se ha desarrollado notablemente sin contratiempos, aunque el debate se enmarca en un momento crucial en la campaña debido al aumento de los electores que concluyen sus vacaciones de verano y comienzan a prestar más atención a la política.
Según las encuestas, una mayoría importante de electores considera que el país va en la dirección equivocada con el Gobierno de Trump, que cumple su primer período como Presidente. Pero después de nueve meses de contienda interna por la nominación, los divididos demócratas no han respondido aún a preguntas fundamentales sobre quién o qué representa al partido más allá de la simple oposición a Trump.
Los temas de la raza, el género, las generaciones y la ideología han dado forma al debate, y volvieron a salir a la luz en el escenario este jueves.
Pese a que esta noche debía ser demócrata, el Presidente de EE.UU., Donald Trump, no pudo evitar irrumpir en el debate desde Baltimore (Maryland), donde celebraba un acto de recaudación de fondos.
"Me metí con Pocahontas (su apodo para Warren) demasiado pronto. Pensé que estaba fuera. Ha aflorado de las cenizas y ahora parece que puede ganar a Sleepy Joe (su apodo para Biden)", dijo el Presidente.
Confrontación por Obama
El mismo Obama se convirtió en un punto de confrontación cuando la discusión viró hacia la atención médica y la inmigración en particular.
"Apoyo los ocho años de Barack Obama, en todo", declaró Biden.
Por otro lado Sanders le respondió al vicepresidente en los dos períodos del Gobierno de Obama, que también es responsable de los millones de estadounidenses que cayeron en la bancarrota debido al sistema de salud conocido como "Obamacare".
Biden contraatacó a Sanders y Warren, declarando que aún no han explicado cómo financiarían desde el Gobierno el plan de salud "Medicare for all" propuesto por Sanders.