El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní negó hoy la implicación de su país en los ataques del sábado contra la petrolera saudí Aramco y denunció planes de servicios de inteligencia para "destruir la imagen" de Irán.
A través de un comunicado, el vocero de Exteriores, Abas Musaví, calificó las acusaciones de Estados Unidos sobre la responsabilidad iraní en los de los ataques con drones contra dos de las refinerías petroleras, reivindicadas por rebeldes hutíes yemeníes, de "sin sentido".
"Acusaciones y comentarios tan estériles y ciegos son incomprensibles e insensatos", se zanjó en un comunicado.
Tras el hecho, Arabia Saudita anunció una reducción de la producción de la petrolera estatal, la principal del mundo, aunque aseguró que cubrirá la demanda de sus clientes con inventarios.
"Estas explosiones también han detenido la producción de gas asociado estimado" en 2.000 millones de pies cúbicos por día, utilizada para producir 700.000 mil barriles de gas líquido, lo que reducirá el suministro de gas etano y gas natural en hasta un 50%, dijo el nuevo ministro de Energía de Arabia Saudita, el príncipe Abdulaziz bin Salman.
En tanto, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo acusó: "En medio de llamados para reducir la tensión, Irán ha lanzado un ataque sin precedentes contra el suministro de energía del mundo".