El Gobierno iraquí salió hoy al paso de las especulaciones y negó que los drones que atacaron el sábado instalaciones petroleras en Arabia Saudita provocando incendios y deteniendo la mitad de la producción de crudo del reino salieran de su territorio.
En un comunicado de la oficina del primer ministro, el Gobierno iraquí
"niega lo que ha circulado por algunos medios y redes sociales sobre el uso de su territorio para atacar instalaciones petroleras saudíes con drones".
Una decena de drones alcanzaron ayer las plantas de producción de Abqaiq y Khurais, en el este de Arabia Saudí, en un ataque reivindicado por los rebeldes hutíes del Yemen, a los que saudíes y estadounidenses asocian con Irán.
Sin embargo, en las últimas horas han circulado versiones sobre el posible origen de los ataques en Irak, donde actúan milicias chiíes aliadas del gobierno iraní.
Bagdad reafirmó en el comunicado "su compromiso constitucional de prohibir el uso de su territorio para la agresión contra sus vecinos, hermanos y amigos" y subrayó que "actuará firmemente contra cualquiera que intente violar la Constitución".
Asimismo afirma que sigue con "preocupación" la escalada militar en la región y pide a todas las partes que cesen los ataques mutuos que causan grandes pérdidas de vidas e instalaciones.
Arabia Saudita anunció ayer una reducción de la producción de la petrolera estatal Aramco, la principal del mundo, en un 50 % tras el ataque aunque ha asegurado que cubrirá la demanda de sus clientes con inventarios.
EE.UU. a través de su secretario de Estado, Mike Pompeo, responsabilizó ayer directamente a Irán por los ataques, mientras que el Gobierno saudí expresó a Washington que tiene la "voluntad y la capacidad" de responder a la agresión.
Los ataques se producen en medio de un enquistamiento del conflicto del Yemen, convertido en la mayor catástrofe humanitaria del planeta según la ONU y que suma ya cinco años desde la toma de los rebeldes hutíes en 2014 de Saná y la expulsión del Gobierno Abdo Rabu Mansur Hadi, quien se encuentra exiliado en Arabia Saudí.
La coalición internacional que apoya al Gobierno de Hadi, encabezada por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, pasa por una crisis interna entre denuncias del Gobierno de Hadi a los emiratíes de haberse alineado con los independentistas del sur.
También se produce después de que en las últimas semanas grupos chiíes hayan sido atacados con drones en Irak, acciones que no han sido reivindicadas pero de las que los aliados de Irán acusaron a Israel.