El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo este miércoles que está a la espera de los resultados de las elecciones legislativas en el país, pero se mostró dispuesto a negociar un "gobierno sionista fuerte".
"En los próximos días empezaremos a negociar para establecer un gobierno sionista fuerte", dijo a sus partidarios en un acto en Tel Aviv.
"Vamos a negociar con el mayor número de socios para evitar la formación de un peligroso gobierno antisionista (...) No habrá y no puede haber un gobierno que se apoye en partidos árabes antisionistas, partidos que niegan la propia existencia de Israel como Estado judío y democrático", añadió.
Según los últimos sondeos a boca de urna, el Likud de Netanyahu obtendría entre 30 y 32 escaños de los 120 de la Knesset, el Parlamento israelí, frente a los 32 de la alianza Kahol Lavan (Azul y Blanco), de Benny Gantz.
Sumando las bancadas de sus aliados estratégicos o potenciales, los dos partidos obtendrían 55 o 56 escaños respectivamente, por lo que no alcanzarían la cifra mágica de 61 diputados necesaria para obtener una mayoría parlamentaria.
En este cálculo, los partidos árabes israelíes se sitúan en el bando de Gantz, quien se dijo dispuesto a discutir "con todo el mundo".
El partido de Avigdor Lieberman, que contaría con 8 o 9 escaños, podría inclinar la balanza en las posibles conversaciones. El líder de la formación nacionalista laica Israel Beiteinou llamó este martes a la formación de un gobierno de "unidad nacional", pero sin los partidos judíos ultraortodoxos.