Los pilotos de British Airways cancelaron una huelga fijada para el 27 de septiembre para dar tiempo a las negociaciones después de las 48 horas de paralización que vivieron a principios de este mes, en la que 1.700 vuelos quedaron en tierra debido a un desacuerdo por el pago de salarios.
El paro de pilotos -el primero en la historia de la aerolínea- fue el último revés de gran repercusión para British Airways, y el sindicato de pilotos BALPA dijo que había llegado el momento de "un período de reflexión antes de que (...) se haga un daño irreparable a la marca".
"Alguien tiene que tomar la iniciativa para resolver esta disputa y, sin ninguna señal de ello por parte de la empresa, los pilotos han decidido tomar el curso responsable", sostuvo el secretario general Brian Strutton en una declaración.
"En un intento sincero de establecer un tiempo muerto para que el sentido común prevalezca, hemos eliminado la amenaza de la huelga del 27 de septiembre", señaló.
No se han programado más fechas de huelga, pero el sindicato manifestó que se reservaba el derecho de anunciar más.
Por su parte, British Airways ofreció a sus pilotos un aumento salarial del 11,5% en tres años, lo que, según dijo, haría que el sueldo de sus capitanes mejor pagados pasara de 167.000 libras (208.450 dólares), más 16.000 libras en asignaciones, a poco más de 200.000 libras.
Por otro lado, BALPA quiere que el acuerdo de pago incluya la participación en los beneficios de los pilotos de la aerolínea, que en promedio ganan alrededor de 90.000 libras al año.
British Airways se fusionó en 2010 con la española Iberia, antigua aerolínea pública de bandera, formando IAG, que también es propietario entre otras de la compañía low cost española Vueling y de la irlandesa Aer Lingus.
Las acciones de IAG repuntaron después de que BALPA anunciara la cancelación de la huelga y subieron un 1,2%.