El Presidente de EE.UU., Donald Trump, restó importancia, este lunes, a la potencial apertura en el Congreso de un proceso de destitución en su contra, basado en las acusaciones sobre que habría tratado de presionar a su homólogo ucraniano para que investigara a Joe Biden, precandidato demócrata para las presidenciales de 2020.
Consultado sobre si estaba tomando con seriedad la advertencia realizada por algunos miembros del Partido Demócrata, Trump respondió: "para nada en serio".
Reportes de medios estadounidenses revelaron que un presunto informante de la comunidad de inteligencia habría realizado una denuncia, en la que señaló que el Mandatario trató de presionar al Presidente de Ucrania, Vladimir Zelenski, durante una llamada telefónica.
Específicamente, los reportes aseguran que Trump habría intentado convencer a ZelenskI de investigar a Biden, reteniendo temporalmente la ayuda militar estadounidense a Ucrania.
Trump confirmó que discutió sobre temas de corrupción que involucrarían a la familia Biden durante la conversación, pero negó haber presionado a Zelenski. "Tuvimos una llamada telefónica perfecta", dijo a los periodistas al llegar a la sede de Naciones Unidas en Nueva York. "Todo el mundo sabe que es solo una cacería de brujas de los demócratas".
Trump ha pasado gran parte de su primer mandato como presidente luchando contra quienes aseguran que se benefició de la interferencia rusa en los comicios de 2016, en los que superó de forma sorpresiva a su rival demócrata, Hillary Clinton.
A medida que se acercan las elecciones de 2020, aumentan las preocupaciones sobre nuevos posibles intentos de injerencia extranjera en el tenso panorama político de Estados Unidos. Es en ese contexto que la denuncia del informante agitó nuevamente a Washington.
Un número creciente de demócratas cree que deberían abrir procedimientos de juicio político contra Trump, pero se enfrentan a una posible reticencia de los republicanos, que controlan el Senado.