El secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó este martes su temor a la posibilidad de una "gran fractura" en el mundo a raíz de la guerra comercial que desde hace más de un año y medio protagonizan Estados Unidos y China, por lo que abogó tomar cartas en el asunto.
"Temo la posibilidad de una gran fractura: el mundo dividiéndose en dos, con las dos economías más grandes de la tierra creando dos mundos separados y competitivos, cada uno con su propia moneda dominante, reglas comerciales y financieras, sus propias capacidades de Internet e inteligencia artificial, y sus propias estrategias geopolíticas y militares de suma cero", dijo Guterres, en el marco de su discurso en la 47a Asamblea General de la ONU.
En esa línea, y sin hacer una alusión directa a Estados Unidos o China, el líder portugués recalcó que ese riesgo de fractura acecha en el horizonte en un momento de "transición y disfunción en las relaciones de poder globales".
Es por eso que, aseguró, "debemos hacer todo lo posible para evitar la gran fractura y mantener un sistema universal: una economía universal con respeto universal por el derecho internacional; un mundo multipolar con instituciones multilaterales fuertes".
Por otro lado, el secretario general de la ONU también se refirió al actual conflicto que se registra en el Golfo Pérsico y remarcó los riesgos de que la crisis aumente. "Nos enfrentamos a la alarmante posibilidad de conflicto armado en el Golfo, cuyas consecuencias el mundo no puede permitirse", sostuvo.
Guterres, en esa línea, calificó como "totalmente inaceptable" el reciente ataque contra refinerías saudíes, pero advirtió de que cualquier "pequeño error de cálculo puede llevar a una gran confrontación". "Debemos hacer todo lo posible para impulsar la razón y la moderación", remarcó.
Además, el diplomático portugués expresó su preocupación ante crisis de países como Venezuela, Yemen, Libia y Afganistán, así como también el conflicto de décadas que involucra a Israel y Palestina.
Cambio climático
El secretario general de la ONU también ahondó en su discurso la emergencia climática que azota al mundo. "Estamos viendo temperaturas sin precedentes, tormentas implacables y ciencia innegable", afirmó, agregando que actualmente nos encontramos en "una carrera que estamos perdiendo, pero que podemos ganar si cambiamos nuestras formas ahora".
"El mundo está comenzando a moverse, no lo suficientemente rápido pero en la dirección correcta, lejos de los combustibles fósiles y hacia las oportunidades de la economía verde", afirmó.
De este modo, agregó que "la Cumbre del Clima destacó algunas de las soluciones que necesitamos ampliar para reducir drásticamente las emisiones, mantener el aumento de la temperatura a 1.5 grados y alcanzar la neutralidad de carbono para 2050".
"Debemos aprovechar este impulso", cerró.
Derechos fundamentales y paridad de género
El diplomático portugués también expresó su preocupación en temas como la discriminación y la violación de los derechos fundamentales. "Los pueblos deben disfrutar de las libertades fundamentales que cada país ha prometido defender. Sin embargo, hoy nos encontramos en una coyuntura crítica, donde los derechos a largo plazo están amenazados, socavados y desviados. Observamos demasiada impunidad, incluso por violaciones del derecho internacional humanitario".
Así, enfatizó en la situación que viven miles de migrantes: "En un momento en que hay un número sin precedentes de refugiados y personas desplazadas, ¿a dónde se ha ido nuestra solidaridad? Vemos que las fronteras, y especialmente los corazones, se cierran, las sociedades se vuelven hostiles hacia los extranjeros. Observamos cómo las familias de refugiados son destrozadas y el derecho de asilo es burlado", lamentó.
Es por eso que, advirtió, "necesitamos restaurar la integridad del sistema internacional de refugiados y cumplir la promesa de responsabilidad compartida para el Pacto Mundial sobre Refugiados".
Finalmente, Guterres también se refirió a la discriminación hacia mujeres y niñas, "la más extendida en el mundo", afirmó. "La igualdad de género es fundamentalmente una cuestión de poder. Y el poder permanece en manos de los hombres: lo vemos en los parlamentos, juntas directivas e incluso esta semana en los pasillos y salas de reuniones de las Naciones Unidas", añadió.
"Debemos romper con la inmovilidad del pasado y pensar en los derechos y la representación de las mujeres como un objetivo común para toda la humanidad", remarcó, agregando que "no pararé en mi empeño hasta que hayamos alcanzado la paridad de género a todos los niveles de las Naciones Unidas, y la plena igualdad para las mujeres y las niñas en todo el mundo".
"Según las tendencias actuales, se necesitarán dos siglos para cerrar la brecha en materia de empoderamiento económico. No podemos aceptar un mundo que dice a mis nietas que la igualdad debe esperar a las nietas de sus nietas", enfatizó.