15 organizaciones que representaron a nueve países de Latinoamérica llegaron hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington D.C. para hablar sobre un tema que ha sido central a 300 kilómetros de distancia, en la cumbre que sostiene la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York: la crisis climática que experimenta el planeta.
En el 173° periodo de sesiones de la instancia, fueron cuatro comisionadas las que presidieron el panel que recibió a la delegación latina, que expuso los impactos que la situación actual trae para los grupos humanos en situación de vulnerabilidad, como las mujeres y niños, los pueblos indígenas y las comunidades rurales.
Las organizaciones aseguraron que el proceso climático "afecta tres veces en los derechos humanos de los más vulnerables". Así lo explica Ezio Costa, de la ONG chilena Fima, que participó de la audiencia "inédita". "Primero cuando se extraen y queman los combustibles fósiles o cuando se deforesta, luego cuando el daño al clima los impacta con eventos extremos, y finalmente cuando las soluciones son mal implementadas", asegura.
Los representantes consideran que los grupos mencionados serán afectados por "proyectos y políticas públicas que no los consideran". Costa, el único chileno en la audiencia, lo ejemplifica con las zonas de sacrificio nacionales: "Tienen que respirar el carbón, soportar luego la sequía y pérdida de recursos marinos, y por último que se les quiera instalar proyectos industriales de desalación", comenta.
Por ello es que insistieron en la importancia de exigir cumplimiento de derechos humanos a las empresas, particularmente las internacionales. Así, consideraron que el sistema interamericano debe generar sus propios estándares y asegurar el acceso a la información ambiental, para evitar conflictos de interés en procesos de toma de decisiones.
La solicitud de audiencia fue presentada por organizaciones de Ecuador, Colombia, Argentina, Chile, Perú, Brasil, Honduras, México, Costa Rica y algunas de carácter regional.