A 40 se elevó el número de personas que murieron durante las protestas de los últimos cuatro días en Irak, mientras que la cifra de heridos ya bordea los 1.650.
Las protestas comenzaron a principios de semana y fueron convocadas en las redes sociales por los ciudadanos, que tanto en internet como en las calles exigen mejores servicios públicos, como agua y electricidad, más oportunidades de trabajo y el fin de la corrupción.
Según el último recuento de la Comisión de Derechos Humanos de Irak, al menos tres de los fallecidos corresponden a miembros de las fuerzas de seguridad y 17 de las víctimas se registraron en la provincia meridional de Di Qar. En tanto, de los lesionados, 359 corresponden a efectivos.
Pese al
toque de queda, que entró en vigor ayer en Bagdad y otras tres regiones, y de las restricciones al acceso a internet, esta mañana se registraron protestas en al menos cinco puntos distintos de la capital y se prevé que se intensifiquen después del mediodía, tras el rezo musulmán de los viernes.
De momento, ningún partido o movimiento político de las varias facciones que dominan la escena política iraquí se ha puesto al frente de las movilizaciones.
Los manifestantes también han dirigido su rabia contra el Gobierno del primer ministro, Adel Abdul Mahdi, formado hace un año con un perfil tecnócrata, para hacer frente a los acuciantes problemas económicos que sufre el país tras años de conflicto armado y mala gestión de los recursos naturales.
Reacciones
En una inusual intervención, el gran ayatolá Ali al-Sistani, cuya palabra es ley para la mayoría de los musulmanes chiíes, pidió este viernes a los manifestantes y a las fuerzas de seguridad que eviten la violencia. Pero también ordenó que las facciones políticas respondieran a las demandas.
"Es triste que haya habido tantas muertes, caídas y destrucción", dijo Sistani en una carta leída por su representante Ahmed al-Safi durante un sermón en la ciudad sagrada de Kerbala.
"El Gobierno y los políticos no han respondido a las demandas de la gente de luchar contra la corrupción ni han logrado nada en el terreno", sostuvo. "El Parlamento tiene la mayor responsabilidad de lo que está sucediendo".
"Pedimos al gobierno iraquí que permita a la población ejercer su derecho a la reunión pacífica y a la libertad de expresión"
Marta Hurtado, portavoz de la Oficina de la Alta Comisionada para los DD.HH. de la ONU
Por su parte, la
Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos pidió una investigación "rápida" y "transparente" de la circunstancias en las que murieron los manifestantes,
cuyas demandas son "legítimas", según el organismo. "Pedimos al gobierno iraquí que permita a la población ejercer su derecho a la reunión pacífica y a la libertad de expresión", declaró Marta Hurtado, portavoz del organismo.
"Estamos preocupados ante informaciones que indican que la policía usa balas de goma y munición real en algunas zonas y han lanzado gases lacrimógenos contra los manifestantes", agregó. "Todos los incidentes en los que las fuerzas del orden han causado muertes y heridos deben de ser objeto de una investigación rápida, independiente y transparente", sentenció.
Anoche, en un discurso televisivo, el primer ministro dijo que entiende la frustración de la gente pero destacó que no hay una "solución mágica" para los problemas de Irak. Prometió reformas, pero hasta ahora los manifestantes han despreciado los anuncios.