Una recepción en la Casa Blanca a cambio de una investigación: mensajes de textos hechos públicos el jueves por la noche muestran que la diplomacia estadounidense le pidió al Presidente ucraniano investigar a Joe Biden y su hijo a cambio de una reunión con Donald Trump en la sede del Ejecutivo.
Como parte de la investigación del proceso de juicio político contra el Presidente estadounidense, quien es acusado por los demócratas de abusar de su poder con fines electorales, Kurt Volker, quien hasta el viernes pasado era el enviado especial de Estados Unidos a Ucrania, participó en una audiencia durante más de ocho horas en la Cámara de Representantes.
Luego
se hizo público un mensaje de texto escrito por Volker a un asesor del Presidente ucraniano, Vladimir Zelenski, en julio, justo antes de la controversial llamada telefónica de Trump al Mandatario europeo informada por un misterioso denunciante y que provocó una tormenta política en Washington.
"Escuchado en la Casa Blanca: suponiendo que el presidente Z convenza a Trump de que investigará, 'llegar al fondo de lo que sucedió' en 2016, fijaremos fecha de visita a Washington", escribió Volker a Andrey Yermak en un mensaje fechado el 25 de julio.
Dos días antes de la conversación telefónica entre los dos mandatarios, Volker también envió un mensaje a Gordon Sondland, embajador de Estados Unidos en la Unión Europea, diciendo que era muy importante que "Zelenski dijera que ayudaría a la investigación".
"Cometer estos asombrosos abusos a plena luz del día no exime al Presidente Trump de sus fechorías, o sus graves delitos contra la Constitución", dijeron en un comunicado conjunto los presidentes de los tres comités de la Cámara que estuvieron presentes en la audiencia de Volker.
Bajo la amenaza de una destitución política, Trump dijo el jueves que
"ciertamente" podría pedirle al Presidente chino Xi Jinping que también investigue al entorno del ex vicepresidente Joe Biden, su potencial adversario demócrata en las presidenciales de 2020.
La investigación demócrata continúa este viernes con la audiencia, también a puerta cerrada, del inspector general de inteligencia Michael Atkinson, quien ha contribuido en gran medida al estallido del escándalo ucraniano.