Extinction Rebellion, el movimiento ambientalista que llama a la "desobediencia civil sin violencia"
Con más de 500 grupos en 72 países, este movimiento nacido en el Reino Unido llamó a sus miembros a protestar por dos semanas para evitar una "apocalipsis" medioambiental con acciones que, en el pasado, le ha costado varias detenciones.
Con más de mil manifestantes en Berlín y otros cientos en Amsterdam, Australia y Nueva Zelanda, este lunescomenzó la ola de protestas convocadas por el grupo medio ambiental Extinction Rebellion (XR), una asociación británica que busca, desde 2018, que los gobiernos tomen medidas más eficaces para combatir la crisis climática y así detener una inminente "apocalipsis" en este ámbito.
En medio de los últimos desastres ambientales registrados, entre ellos los incendios en la Amazonía, XR llamó a todos sus representantes en el mundo, para que desde este lunes, se sumen a dos semanas de protestas que ya han generado episodios de desorden en varios países en su primera jornada.
Surgimiento y convicciones
En Alemania se vieron pancartas con eslogans como "la herencia muere. Actúa ahora" y en España frases como "emergencia climática: es hora de actuar", dichos que se repiten en gran parte del mundo y que son parte de las consignas de este grupo. En su página oficial, XR llama a sus seguidores a una "desobediencia civil sin violencia", convenciéndolos de "hacer lo necesario" para generar cambios en sus países. Un hecho que le ha costado a sus participantes numerosas detenciones por el mundo.
XR nació en el Reino Unido, inspirado en la lucha por los derechos civiles enEstados Unidos. Su germen viene del grupo británico Rising Up!, iniciado en 2016 por Roger Hallam, Gail Bradbrook y Simon Bramwell.Luego, vino la expansión a otros países de Europa, Oceanía y América.
La primera protesta que realizaron fue en noviembre del año pasado en Londres, en donde varios manifestantes ocuparon cinco puentes sobre el río Támesis. Este accionar les costó la detención de 85 personas, pero no les impidió seguir concentrándose. De hecho, en abril de este año, la capital de Inglaterra volvió a ser el centro de sus protestas, las cuales duraron once días y registraron más de 1.100 detenidos.
En una columna de opinión escrita en The Guardian, Hallam explicó que con los fundadores del movimiento llegaron a la conclusión de que "la única forma de superar el poder político arraigado, es a través de extensas campañas de acción directa, no violentas, a gran escala". Asimismo, dijo que su estrategia se basa en que "mediante la interrupción y violación de leyes, se obtiene la atención que necesitas"; que a través del "sacrificio" y con la "voluntad de ser arrestado" se toman en serio los llamados y que "con ser respetuosos de nosotros mismos" se cambian los "corazones" de los opositores, facilitando la "negociación con nosotros".
Además del cambio climático, XR también ha protestado por la biodiversidad, la acidez de los océanos y la crisis alimentaria, entre otros puntos. Una lucha que ha sido alabada por la activista sueca Greta Thunberg, quien en abril dio un discurso al movimiento. En aquella oportunidad dijo que los manifestantes estaban "haciendo la diferencia".
Apoyo mundial
Las redes sociales han sido uno de los factores claves por el cual XR se ha diversificado, llegando así a todos los continentes. Con 500 grupos en 72 países, las manifestaciones del movimiento han ido en aumento, llamando la atención de ciudadanos y provocando la respuesta de efectivos de seguridad.
En Europa y en Estados Unidos están ubicados la mayoría de sus adherentes, y es ahí donde se ha concentrado gran parte de las protestas. El Süddeutsche Zeitung señala que en Berlín los activistas bloquearon el cruce de tráfico en la Columna de la Victoria, provocando el actuar de la policía para evitar cortar el tránsito. En Inglaterra, una gran multitud bloqueó puentes y sectores de Westminster y en Holanda las fuerzas de seguridad debieron expulsar a manifestantes que también querían evitar la circulación de vehículos.
Carola Rackete, la capitana de la ONG Sea Watch arrestada en Italia por intentar llevar a inmigrantes a Italia, también formó parte de las protestas, uniéndose a una "acampada climática" ante la Cancillería de Alemania. "El Gobierno alemán no está haciendo nada. Hay que pasar a la acción, no hay más tiempo que perder" dijo según consigna Efe.
En Madrid, Nueva York y en Buenos Aires también se han registrado concentraciones. En Wellington varias personas se encadenaron a unos autos y en Melbourne anunciaron un desfile con gente desnuda y un "funeral" para el planeta. "Lo hemos intentado con las peticiones, el lobbying y las manifestaciones, ahora el tiempo apremia", señaló la militante australiana Jane Morton.